Moldavia celebró ayer un referéndum constitucional con el que pretende superar una grave crisis política que desde hace un año mantiene al país con un presidente interino y un Gobierno maniatado por la oposición comunista. La gobernante Alianza para la Integración Europea (AIE), que arrebató el poder a los comunistas en los comicios de julio de 2009, propuso en esta consulta elegir por sufragio directo al presidente del país, ante su incapacidad de superar la resistencia de la oposición en el Parlamento. La coalición gobernante, de tendencia liberal, aboga por acabar así con la parálisis del poder y sacar el país de la larga crisis institucional, que impide el funcionamiento normal y la apremiante modernización del Estado.