ISLAMABAD.- Además, alertó de que las actuaciones realizadas hasta el momento son insuficientes incluso para cubrir las necesidades actuales.

"A menos que el mundo responda inmediatamente, más y más de los 3,5 millones de niños afectados por las inundaciones estarán en riesgo de contraer enfermedades que se transmiten por el agua como la disentería, la diarrea y el cólera", afirmó.

Junto con las organizaciones socias, Unicef distribuye agua potable para cerca de 1,5 millones de personas cada día, y reúne a los menores separados con sus familias. "Estamos trabajando con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para cortar las graves amenazas sanitarias mediante la vacunación de miles de niños en centros y campamentos, y también trabajamos con el Programa Mundial de Alimentos (PAM) para distribuir alimentos reforzados a los menores de cinco años", detalló.

Pero todos estos esfuerzos, subrayó, "son insuficientes para satisfacer incluso las necesidades actuales de millones de familias de desplazados".

"Las madres huyen de sus casas sólo con sus bebés a su espalda, la gente pide ayuda desde el tejado de los autobuses mientras el agua crece a su alrededor, los niños sedientos beben de aguas contaminadas. La tragedia humanitaria en Pakistán ha alcanzado proporciones trágicas, pero la grave carencia en los fondos limita nuestra capacidad de salvar vidas mientras la crisis empeora", añadió. "Con las inundaciones aumentando, las evacuaciones prosiguiendo mientras se esperan más lluvias, el potencial para una tragedia aún mayor crece cada minuto", prosiguió.

la onu hace un llamamiento El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha pedido a los donantes internacionales que respondan urgentemente a la emergencia provocada por las inundaciones en Pakistán, a la que se ha referido como un "desastre y un reto global". Ban Ki Moon hizo estas declaraciones durante la sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre Pakistán, celebrada este jueves en la sede de Nueva York, en la que ha sido aprobada una resolución de apoyo al gobierno paquistaní.

"No se equivoquen, éste es un desastre global, un reto global. Esta es una de las mayores pruebas de nuestros tiempos para la solidaridad internacional", declaró Ban, quien advirtió de que Pakistán se está enfrenando a un "tsunami a cámara lenta" y de que las necesidades seguirán aumentando, a pesar de que actualmente ya hay entre 15 y 20 millones de personas que necesitan refugio, alimentos y asistencia.

"Eso es más que toda la población golpeada por el tsunami del océano Indico, el terremoto de Cachemira, el ciclón Nargis y el terremoto en Haití juntos", ilustró Ban, al tiempo que indicó que al menos 160.000 kilómetros cuadrados de tierra se encuentran bajo el agua, un área mayor que la mitad de los países del mundo.

Ban dio las gracias a los donantes internacionales por las solidaridad que han demostrado hasta ahora, especialmente en su respuesta al llamamiento lanzado por la ONU para recabar 460 millones de dólares para su plan inicial de respuesta a las inundaciones en Pakistán, de los cuales ya han sido recaudados el 47%.