washington. Un tsunami provocado por el fuerte sismo registrado en Chile avanzaba a última hora de ayer por el Océano Pacífico, tras causar tres muertes en un archipiélago de ese país, lo que puso en alerta a medio centenar de naciones. El maremoto golpeó al archipiélago chileno de Juan Fernández, a más de 670 kilómetros del continente, donde una ola gigante azotó el pueblo de San Juan Bautista causando las tres víctimas, mientras que otros 13 residentes se encontraban desaparecidos, según las autoridades.
Las olas avanzaban con la velocidad de un avión por el océano abierto y llegaron a la polinesia francesa, donde alcanzaron una altura 1,8 metros superior a su nivel normal, según la Administración Nacional de Atmósfera y Océanos de Estados Unidos.
Mientras, en la localidad chilena de Talcahuano ascendieron a 2,3 metros de altura por encima de lo ordinario y en Coquimbo y Valparaíso rondaban los 1,3 metros.
El maremoto también llegó a las playas de la Isla de Pascua, las Islas Galápagos y a la costa de México en torno a Acapulco, aunque con menor intensidad.
El tsunami llegó a última hora de ayer a Hawai, según informó el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico. Las olas alcanzaron cerca de un metro más que su nivel usual, pero se advirtió de que las primeras ondas podrían no ser las más fuertes.
Los países costeros de Asia y de Oceanía se preparaban para el golpe del maremoto y se iniciaron evacuaciones en las islas del Pacífico Sur.
Las olas registradas hasta el cierre de esta edición eran mucho menores que las del maremoto de 2004 en el Océano Índico, que causó más de 226.000 víctimas mortales y provocó olas de 10 metros de altura en Indonesia.
Tras el seísmo en Chile, EEUU emitió alerta de tsunami para casi todos los territorios que circundan el Pacífico, incluidos Nueva Zelanda, Australia, Rusia, Indonesia, Japón y Filipinas y la costa sudamericana.