WASHINGTON. El proyecto de reforma sanitaria del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, superó ayer su primer escollo en el Senado, después de que los 60 senadores demócratas votaran unánimemente a favor de que se pusiera fin a los debates sobre la propuesta. Los demócratas dieron su apoyo unánime a la primera de tres mociones de procedimiento, con la que se pretendía poner punto final al debate y dejar el proyecto de ley listo para su aprobación definitiva en Nochebuena. "Vamos a dejar esto aprobado antes de Navidad y será uno de los mejores regalos que el Congreso le haya dado al pueblo norteamericano", declaró el senador demócrata Tom Harkin.

La votación de ayer era una primera prueba sobre el verdadero apoyo de los demócratas al proyecto, teniendo en cuenta la oposición unánime de los republicanos. La reforma supondrá el cambio más radical en el sistema de salud estadounidense desde la aprobación, en 1965 del programa de Asistencia Médico para los ancianos. Con la votación de ayer, los demócratas impidieron que los republicanos puedan bloquear las reformas. Ahora quedan por delante dos votaciones de procedimiento antes de la definitiva, el jueves.

Ante este logro Obama felicitó a los senadores de su partido por hacer frente unidos a la interferencia de "los intereses especiales" representados por los grupos de presión. "El Senado estadounidense ha eliminado la aparición del filibustero que podría haber bloqueado la votación final y, con ello, el Senado se ha apuntado una gran victoria para el pueblo americano", aseguró el presidente de los Estados Unidos.