Audi no se conforma con ser segundo. Lo viene demostrando con sus últimos lanzamientos y lo volverá a hacer en septiembre, con la presencia en los concesionarios de un nuevo A4 evolucionado. La berlina de clase media, que llega acompañada de las habituales declinaciones Avant y Allroad, pretende dejar atrás a la cualificada competencia por medio de una completa puesta al día con efectos estéticos y sobre todo tecnológicos. La clientela más impaciente puede encargar ya su A4, que está disponible con mecánicas diésel y gasolina entre 150 y 347 CV, desde 38.060 euros en adelante.
Cuatro años después de su lanzamiento, la generación contemporánea afronta este protocolario proceso de puesta al día, que huye de la radicalidad pero no deja un solo aspecto por revisar. Lo que menos cambia son las proporciones: los dos formatos previstos ganan dos centímetros y medio de longitud (sedan y familiar empatan a 4,76 metros) y otro medio de anchura, dejando la altura invariable.
Así pues, el impacto visual de la nueva remesa lo provoca, como es habitual, la imagen. La regeneración comienza por el envoltorio, engalanado por retoques cosméticos que lo acercan al estilo de los Audi más recientes. Los diseñadores han intervenido sobre la parrilla frontal, ahora más amplia y plana, y también para realzar la musculatura del coche remarcando su perfil. El nuevo A4, que incorpora a las dotaciones de serie los faros LED, mantiene en su menú las líneas de acabado específicas (Advanced, S line y Black), además de la interpretación deportiva S4 y la aventurera Allroad quattro.
El moderno estilo de la casa penetra hasta el interior del modelo para transformar su cabina. Uno de los rasgos más singulares de esta entrega de A4 a punto de debutar es la consola orientada hacia el puesto de conducción. El nuevo centro de mando presenta una gran pantalla táctil (mide 25,6 centímetros) correspondiente al sistema multimedia MMI touch. Dicho monitor de alta resolución reemplaza al mando giratorio contiguo al selector de marchas que se empleaba hasta ahora.
El A4 plantea tres posibilidades de instrumentación, dos parcialmente analógicas y una completamente digital. Esta última, que se conoce como Audi virtual cockpit plus, instala una pantalla de 31,2 centímetros (12,3 pulgadas) con resolución full HD. Permite al conductor operar todas las funciones mediante los mandos ubicados en el volante, y ofrece varios modos de visualizar la información. Gracias a este sistema, el usuario puede interactuar con el vehículo, incluso a través de órdenes de voz.
En la renovación del A4, Audi ha puesto mucho énfasis en la evolución tecnológica, situando a su alcance recursos avanzados propios de modelos superiores. El progreso se constata, por ejemplo, en la mejora de la conectividad. Así, la navegación on line incluye entre los datos del tráfico disponibles (densidad, aparcamientos, servicios, etc.) el detalle de la situación de los semáforos en rojo y también el tiempo de espera estimado hasta la luz verde, información valiosa a la hora de practicar una conducción lo más eficiente posible.
Como es obvio, el A4 oferta una amplia gama de sistemas de asistencia a la conducción, buena parte de los mismos contemplados en las dotaciones de fábrica. Entre los recursos voluntarios con coste adicional, que se integran en tres paquetes, destaca el control de crucero adaptativo con función Stop&Go, capaz de mantener la distancia de seguridad. Este dispositivo también posee la facultad para acelerar y frenar el coche cuando no existe ningún vehículo delante. Se la otorga al asistente predictivo de eficiencia, que analiza los mensajes procedentes de los servicios on line en red Car-to-X, la navegación y los datos de las señales de tráfico.