Bilbao - Renault someterá el Koleos a un sutil ajuste de imagen y contenidos antes de que acabe la temporada. El restyling llega dos años después del estreno de la segunda generación de este SUV de talla media ensamblado por Samsung (la filial surcoreana de la marca francesa lo vende en mercados asiáticos como QM5). Es una puesta al día estética perceptible pero no llamativa. La evolución de la estampa envuelve modificaciones técnicas bastante más trascendentales. Son las derivadas de la sustitución del anterior motor turbodiésel de 177 caballos por dos variantes mecánicamente más avanzadas: las Blue dCi de 150 y 190 CV.
Estos dos propulsores, con 1.749 y 1.995 centímetros cúbicos respectivamente, incorporan recursos para contrarrestar sus secuelas medioambientales. Adoptan un sistema de reducción catalítica selectiva (SCR), que está considerado el medio más eficaz para el tratamiento de los óxidos de nitrógeno (NOx). Esta tecnología reduce las emisiones de partículas finas sin comprometer las prestaciones de los motores. Gracias a ello, las emisiones de dióxido de carbono quedan en 143 y 150 gramos por kilómetro.
Ambos motores se vinculan en el Koleos a transmisión automática X-Tronic de variador continuo. El más modesto transmite sus 150 caballos a las ruedas delanteras, mientras que el superior reparte su energía (190 CV) a las cuatro por medio de un sistema de tracción inteligente All Mode 4x4-i.
El nuevo maquillaje dota al modelo de una parrilla delantera más marcada y de un paragolpes subrayado por una línea horizontal cromada y una protección inferior más imponente. La popa también ostenta una defensa mayor, un cromado transversal y una tercera luz de freno mayor. Renault anuncia mejoras en el diseño y la ambientación interior, cualidades que se acentúan en la sofisticada terminación Initiale Paris. El Koleos dispondrá, asimismo, de una completa provisión de ayudas a la conducción.