El objetivo de Hyundai para la temporada recién iniciada es afianzar su posición recién adquirida entre los fabricantes generalistas. Para lograrlo, la marca asiática piensa mantener su ágil política comercial encaminada a fidelizar la clientela. Para engrosarla recurrirá a uno de los métodos clásicos: incrementar la gama de productos. Si se cumplen sus planes, al término de la temporada en curso habrán visto la luz media docena de nuevas creaciones. Estos lanzamientos contribuirán a materializar las previsiones de los responsables de la firma, que esperan seguir ganando cuota de mercado y alcanzar el 4% de las matriculaciones; eso supondría unas 32.000 unidades en un mercado estabilizado en torno a las 800.000.
Inmediatamente después de aparecer la variante sedan del i40 saldrá a la calle la nueva generación del i30. Muy satisfecha por los resultados de la renovación, la marca deposita grandes esperanzas en este compacto, destinado a revalidar su papel de principal soporte de las ventas a partir de marzo. En julio llegará el turno de renovar el i20. En agosto saldrá al mercado la versión más deportiva del Veloster, animada por un motor de gasolina con 184 caballos. Para setiembre quedan emplazados los estrenos del i30 CW y del nuevo crossover. Finalmente, Hyundai ha descartado para este hermano mayor del ix35 la denominación en clave alfanumérica y retomará el nombre de SantaFé.