“Necesita que le ayuden”. Así de claro y contundente se ha mostrado Jorge Lorenzo al ser cuestionado por la situación de Francesco Bagnaia, que sufrió una caída drástica en su rendimiento a medida que avanzó el pasado curso de MotoGP. Para el pentacampeón mundial mallorquín, la actuación de Pecco trasciende de las cualidades técnicas de la Ducati, una marca que al fin y al cabo ha copado las dos primeras posiciones del Campeonato del Mundo.
A juicio de Lorenzo, la irrupción de Marc Márquez en el equipo de referencia de la categoría reina desencadenó en un problema que tiene que ver con al aspecto mental. “Marc llegó y enseguida fue más rápido. Eso te pone nervioso, pierdes la confianza, empiezas a dudar mucho y pierdes el entusiasmo”, ha repasado el expiloto balear en unas declaraciones concedidas para Moto.it.
Lorenzo entiende que alcanzado este punto, Bagnaia “necesita que le ayuden”. “Debe asumir que tiene un problema”, ha considerado, haciendo alusión al papel determinante que puede ejercer el apartado psicológico en el futuro del tricampeón mundial italiano.
Unas vacaciones para ponerse a punto
“Esperemos que tener tres meses de vacaciones, probando una moto algo nueva, le venga bien. Como también el tomarse un descanso y tener tiempo para desprenderse de los pensamientos negativos. Pero creo que Bagnaia necesita que alguien le ayude desde afuera: algunos entrenadores, Valentino de VR46 o un psicólogo deportivo. Lo he hecho en ciertos momentos de mi carrera y muchos lo han hecho”, ha confesado sobre una ayuda profesional que cada vez se conoce más en el deporte de élite.
Para Lorenzo, Bagnaia debe trabajar mentalmente para “recuperar su positivismo y su entusiasmo” para revitalizar su conexión con la máquina y el equipo Ducati. Y es que antes de la llegada de Márquez, el italiano era el buque insignia de una fábrica que ahora centra sus miradas en Marc. “Estaba en una posición perfecta en Ducati: bicampeón del mundo, italiano, moto italiana, número 1...”. Si bien, en los últimos tiempos esa relación se ha erosionado. Bagnaia ha mostrado desconcierto sobre su rendimiento, siempre señalando a la moto como responsable de su descenso competitivo. Incluso, exigió explicaciones a sus superiores.
"Hay que ser humilde, no tener ego y decir: 'tengo un problema'"
Los cierto es que Álex Márquez, con una versión anticuada de la Ducati, ha logrado mejores resultados para alcanzar el subcampeonato. “Es al menos tan bueno como Alex Márquez, no inferior. Pero hay que ser humilde, no tener ego y decir: ‘tengo un problema, lo voy a intentar’. Quizás vayas a un psicólogo y no cambie nada, o quizás sí. Andrea Dovizioso, por ejemplo, empezó a trabajar en 2017 con un psicólogo y cambió su forma de pensar; empezó a tener más confianza en sí mismo. Era el mismo piloto; su técnica no había cambiado, pero su mentalidad y sus convicciones sí habían cambiado”, ha comentado Lorenzo.
El riesgo de cara al futuro
El mallorquín observa que Pecco Bagnaia “ha perdido la confianza en sí mismo”. Se ha ido alejando del positivismo hasta encadenarse a una actitud “demasiado negativa”. Por eso, estima que el talento sigue residiendo en el italiano, pero que está obligado a dar un giro su enfoque anímico. “Necesita recuperar su alegría cuanto antes. De lo contrario, corre el riesgo de tener dificultades con su próximo contrato”, ha concluido. Por de pronto, ya se sabe que Álex Márquez gozará de una Ducati pata negra en 2026 tras superar a Bagnaia.
Bagnaia cerró 2025 en la quinta posición de la clasificación general. Por primera vez en los últimos cinco años abandonó las dos primeras plazas. En 2022 y 2023 se proclamó campeón mundial de la máxima cilindrada, títulos que sumó al obtenido en 2018 en Moto2. Mientras, en 2021 y 2024 alcanzó el subcampeonato.