- Apenas hace una semana, Margarita Robles era aclamada por toda la prensa de orden. Hoy los despechados columneros se retractan a voces de su amor por la ministra. “Margarita Robles ha resultado ser la persona más parecida a Pedro Sánchez de entre todos los oportunistas que forman parte del Consejo de Ministros. Ambos entienden el poder de forma similar, y para ambos es la supervivencia personal el fin último”, se enfurruñaba Irene González en Vózpuli.
- Antonio R. Naranjo ladraba su rencor en El Debate tirando de postas dialécticas: “Ahora ya sabemos que estábamos equivocados con Margarita y que nos tenía engañados: alguien que se siente orgulloso de pertenecer al equipo de Sánchez no puede ser nunca el freno de sus delirios. Y si los de Sánchez son inmensos, las tragaderas de Robles no le van a la zaga: iba de cuota seria de un Gobierno de broma, pero no pasa de chacha hiperventilada del señorito”.
- Hasta José Antonio Zarzalejos, que viene muy moderado últimamente, mojaba su pluma en bilis ardiente para marcarse en El Confidencial una filípica de una veintena de párrafos que terminaba así: “Lo peor de Margarita Robles es lo mejor para todos los demás: ya sabemos quién es en realidad Margarita Robles. Dentro de esta cochambre ética, algo hemos sacado en claro: Margarita Robles es exactamente lo contrario de lo que ella dice que es”.
- Carmelo Jordá ejercía de Capitán A Posteriori en Libertad Digital. Él ya la tenía calada desde hace tiempo, dice: “Entre unos y otros se había construido un ente de ficción que respondía por Margarita Robles, cuyo parecido con la realidad era pura coincidencia, que ha muerto políticamente este martes y que ahora es sólo otra lápida más en el cementerio de cadáveres políticos de Sánchez”.
- Otro que lo sabía de antes es David Jiménez Torres. El hijo del latigador de Teruel aportaba en El Mundo la prueba definitiva de que Robles no era trigo limpio: “Esta servidora pública tan familiarizada, a causa de su trayectoria, con los años más duros de la lucha antiterrorista, no ha exhibido incomodidad alguna ante el blanqueamiento de los herederos de Batasuna”. l