Última hora: la invasión de Ucrania ha sido culpa nuestra. Según Iñaki Ellakuría en El Mundo, somos los padres del ruso que la ha ordenado: "Putin es un producto tóxico de Occidente y su relativismo. El excremento de una sociedad entregada al ocio, el consumo y el espectáculo autorreferencial de las redes sociales. Enfrascada en pueriles debates de la guerrita cultural -¿tofu o chuletón? ¿Todas, todos o todes?-".

El columnero de El Debate Luis Ventoso coincide de pleno: "Háblenle a la opinión pública española y a nuestra izquierda de la importancia de la defensa. Aquí estamos en cosas mucho más serias, la parada de carrozas de Chueca, el 8-M, el lenguaje inclusivo y reinventar el resultado de una Guerra Civil de hace ochenta años".