Las obras nuevas de viviendas recién construidas son muy similares. Casi todas se diseñan con bases neutras, paredes lisas y muebles blancos, por eso los proyectos de interiorismo tienen el reto de darles calidez y personalidad.
Esto es precisamente lo que se encontró la interiorista Pia Capdevila cuando llegó a este dúplex situado en una exclusiva zona residencial de Madrid. “Le faltaba darle toda la vida que aporta una intervención de interiorismo, amueblamiento y decoración”, afirma.
Se trata de un dúplex de 150 metros cuadrados por planta, con la particularidad de que todas las estancias principales -salón, comedor, cocina, dormitorios y baños- se encuentran en la planta baja, mientras que la planta superior es toda diáfana y corresponde a la terraza.
Las colecciones de arte y libros son los grandes protagonistas de este proyecto, y maximizar el espacio de almacenaje la clave. Es por ello que un gran mueble librería “fue uno de los puntos de partida del proyecto para diseñar el salón”, apunta Pia Capdevilla.
Otro reto era lograr dar calidez a todas las estancias, haciéndolas cómodas y funcionales, consiguiendo “que un ambiente que a priori era frío debido a la presencia del mármol, lo convirtiéramos en un espacio cálido”, explica.
Por último, los elementos decorativos como las piezas de arte, se han integrado por toda la casa, dándole personalidad y un toque moderno. El uso del color también ha ayudado a romper la monotonía de los tonos neutros, y las alfombras, cojines y ropa de cama escogidas demuestran que pueden dar mucho juego y crear estilo.
La cocina
Una gran cristalera es la clave para aprovechar la luminosidad natural al máximo. Los muebles en blanco se ‘rompen’ con detalles en madera en un frente -para esconder la campana extractora de humos- y en un lado del mostrador, a juego con los taburetes. Una lámpara de base cerámica y un cuadro en formato XL en tonos azules, a juego con otras piezas decorativas, dan continuidad hacia el salón-comedor.
La terraza
Situada en la planta superior de este dúplex, se acondicionó con una gran zona de estar con mobiliario que combina madera y aluminio bajo una pérgola con estructura blanca que se integra perfectamente en el revestimiento de la fachada.
El recibidor
En el centro de la vivienda, y a modo de elemento vertebrador de las diferentes zonas, se sitúa el recibidor con una original escalera que conduce a la planta superior, dónde está la terraza.
La línea de la escalera acapara todas las miradas, con un banco en primer plano que hace las veces de base de los primeros peldaños.
Una alfombra, una llamativa escultura de pie y varios cuadros aportan calidez y color.
El salón
Una gran librería con algunos huecos revestidos con fondo de madera está unida a la pieza central que separa el salón del comedor. Este mueble central se ha diseñado a media altura para dividir el espacio en dos, “sin perder la sensación de espacio único abierto”. Se trata de una pieza de palillería donde se ha colocado la televisión y una chimenea de bioetanol.
El dormitorio
Un revestimiento de palillería, que tanto se lleva esta temporada, es protagonista en la pared del cabecero. Está hecho a medida y aporta “la calidez de hogar” que se busca en este proyecto. Para darle un toque de color se ha elegido el amarillo en pequeños detalles decorativos.
El baño
El pavimento marmoleado claro con veta gris que se encuentra por toda la casa también está presente en el baño. En este caso, se ha jugado con la madera y el papel pintado para darle un toque de calidez.