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Dopamine: la tendencia decorativa que arrasa entre los jóvenes

¿Cansado de que todas las casas estén decoradas prácticamente igual? Tonos neutros, paredes lisas, decoración minimalista y líneas rectas son las ideas predominantes en el sector del interiorismo, sin embargo, el estilo Dopamine llegar con la idea de romper moldes y revolucionar

Dopamine: la tendencia decorativa que arrasa entre los jóvenesLa Redoute

Nada mejor que la llegada del verano para dar un aire nuevo a la decoración de casa. Las buenas temperaturas y el sol son los dos ingredientes básicos para cambiar el chip y trasladar esa sensación de vacaciones también al interior de los hogares.

Tras un invierno en el que han predominado los tonos grises, marrones y beige toca llenar la casa de color y alegría. Y para ello no hacen falta grandes desembolsos económicos. Simplemente cambiando los textiles, por ejemplo las fundas de los cojines y alfombras, se puede lograr un efecto completamente nuevo en el salón y los dormitorios. Quien busque un poco más de cambio también puede animarse con cuadros, láminas y objetos decorativos como jarrones, esculturas e incluso lámparas.

Simbología

El color verde puede transmitir muchas sensaciones y estados de ánimo. El rojo es energizante, el color del fuego y la pasión; los anaranjados transmiten alegría; el amarillo y el dorado, fuerza y confianza en uno mismo; el verde, en toda su gama, desde el esmeralda hasta el menta, transmite sensaciones positivas asociadas a la naturaleza, la salud, la calma y el equilibrio; quien busque atmósferas relajantes, atención a los azules; los violetas y lilas invitan a la reflexión; y por último, los rosas llevan al optimismo, la dulzura y la bondad.

Basándose en esta línea de dar un aire fresco y divertido a la decoración, pero llevándolo al extremo y convirtiéndolo en su hilo conductor, llega una nueva tendencia que está arrasando entre los más jóvenes: el estilo Dopamine.

Un estilo a todo color

Su nombre recuerda a la dopamina, también conocida como la hormona de la felicidad, un neurotransmisor que juega un papel crucial en el cerebro, siendo fundamental para el movimiento, la motivación, las emociones, el placer... Y al llevar este concepto al mundo del interiorismo, de lo que se trata es de convertir la decoración en algo divertido y emocionante, en algo que nos transmita felicidad.

No hay más que echar un vistazo a casas decoradas bajo este concepto para comprobar que se trata de un estilo con toques revolucionarios, atrevido y lleno de personalidad, que apuesta por una serie de ideas que pueden resultar chocantes a priori, pero que si se eligen bien y se hacen con un estudio previo pueden dictar tendencia y marcar un antes y un después.

El uso del color

El objetivo es lograr casas llenas de energía y vitalidad, y qué mejor que el uso de color para lograrlo. Por supuesto, toca decir adiós a los tonos oscuros y optar por los pasteles combinados por ejemplo con flúor: rosas, amarillos, rojos, verdes, dorados... Para quien busque una inmersión total, lo primero es elegir tonos y estampados para suelos y paredes, y a partir de ahí, escoger el mobiliario más grande: sofá, cama, estanterías, mesas, sillas, butacas... y por último los pequeños detalles: cuadros, cojines y todo tipo de elementos decorativos...

El arte juega un papel fundamental y aporta ese aire creativo que tan bien encaja en este estilo. Cada cual debe escoger las piezas que más le gusten, que les transmitan emociones y felicidad. Encajan muy bien por ejemplo ilustraciones, láminas de pop art, cuadros con dibujos de cómic...

Desorden intencional y maximalismo

Por otro lado, además de la estética colorida, el estilo Dopamine también trae consigo algún concepto totalmente nuevo hasta ahora, como el desorden intencional. Se trata de que todo quede a la vista, un pequeño caos con cierto orden. Nada de salones y dormitorios en los que parece que no vive nadie, sin televisión, sin fotos ni recuerdos personales... Se trata de dar vida a cada estancia.

Muy relacionado con esta idea también destaca el maximalismo, otra de sus características. ¿Y esto en qué se traduce? En color, texturas, formas, líneas marcadas, muebles con personalidad... Por ejemplo una pared llena de cuadros, un sofá de terciopelo y líneas redondeadas, colecciones de cojines coloridos, una mesa con sillas de diferente diseño...

Quien simplemente quiera hacer un guiño a esta tendencia para no transformar toda su casa, con pequeños cambios también es posible. Se pueden elegir cuatro o cinco elementos o accesorios bonitos, singulares o curiosos, de modo que al verlos nos hagan sentir bien: un felpudo divertido en la entrada de casa, una vajilla especial, una lámina, una escultura... Con mayor o menor implicación, el estilo Dopamine trata de convertir cada casa en un lugar creativo y divertido, que nos haga sentir bien, y que nos de un chute de energía para sentirnos vivos.