Adiós a las tuberías atascadas: el método para limpiar los desagües del lavabo y el fregadero

La limpieza del hogar puede ser una tarea muy tediosa, pero hay zonas que exigen mucha atención, como la cocina y el baño. Estas dos estancias son las más utilizadas y las que más limpieza necesitan. 

A pesar de que puede parecer complicado, existen trucos sencillos y económicos que facilitan este quehacer, y más cuando se trata de mantener limpios los desagües del fregadero y el lavabo.

Acerca de los desagües 

Los desagües son puntos críticos en la acumulación de suciedad. En la cocina, pueden acumular restos de comida, grasa y jabón, mientras que en el baño, es común encontrar restos de pasta de dientes, cabello y otros desechos. 

Si no se les presta la debida atención, estos desagües pueden obstruirse y generar un mal funcionamiento y malos olores en el hogar.

Un truco efectivo y accesible

Una de las soluciones más efectivas y económicas para limpiar los desagües es el uso de vinagre y bicarbonato de sodio. Ambos son ingredientes comunes en la mayoría de los hogares y se han demostrado como altamente eficaces en la limpieza. 

Estos productos son seguros para el medio ambiente y suponen un excesivo gasto económico.

Paso a paso para limpiar desagües

Estas son las instrucciones a seguir para limpiar los desagües con éxito. 

Prepara el área

Antes de comenzar, asegúrate de que el área esté despejada. Retira cualquier objeto que esté sobre el fregadero o el lavabo para facilitar la limpieza.

Bicarbonato de sodio

Comienza espolvoreando media taza de bicarbonato de sodio directamente en el desagüe. Este compuesto es un abrasivo suave que ayuda a eliminar la acumulación de grasa y suciedad. 

Si lo deseas, puedes añadir un chorrito de jabón para platos, que ayudará a descomponer los restos de comida.

Dejar reposar

Permite que el bicarbonato de sodio actúe durante unos minutos. Esto ayuda a que el producto penetre y comience a descomponer la suciedad acumulada.

Agua caliente

Después de dejar reposar el bicarbonato, aclara el desagüe con agua caliente. Este paso es fundamental, ya que ayuda a disolver cualquier residuo que haya quedado.

Vinagre

A continuación, vierte una taza de vinagre en el desagüe. El vinagre es un potente limpiador natural que descompone la acumulación de minerales y suciedad. 

Deja que el vinagre actúe durante unos minutos. La combinación de vinagre y bicarbonato, aunque no debe hacerse al mismo tiempo, permite que cada uno actúe en su turno, maximizando la efectividad de la limpieza.

Aclarar nuevamente

Finalmente, aclara con más agua caliente. Este último paso asegurará que todos los residuos y olores desagradables se eliminen por completo.

Precauciones y consejos extra

Es importante tener en cuenta que mezclar vinagre y bicarbonato en un solo paso no es efectivo. Aunque esta combinación produce una reacción efervescente, no proporciona el efecto de limpieza que se espera. Utilizarlos por separado, en el orden correcto, garantiza resultados óptimos.

Si después de realizar este proceso el desagüe aún presenta problemas, hay que recurrir a unlimpiador enzimático. Estos productos están diseñados para descomponer los restos de alimentos y otros desechos a través de enzimas producidas por bacterias vivas. 

Al elegir un limpiador enzimático, sigue las instrucciones que se indican en la etiqueta para asegurar su efectividad.

Conclusión

Mantener los desagües de la cocina y el baño limpios no tiene por qué ser una tarea ardua o costosa. Con ingredientes simples y accesibles, como el vinagre y el bicarbonato de sodio, se puede lograr una limpieza efectiva y rápida. 

Este enfoque no solo asegura un ambiente más saludable en el hogar, sino que también prolonga la vida útil de las instalaciones de plomería, evitando obstrucciones y malos olores.

En un mundo donde la limpieza del hogar se ha vuelto una prioridad, adoptar estos trucos caseros facilita la rutina de limpieza y promueve un estilo de vida más sostenible y económico. 

Así que, la próxima vez que enfrentes la tarea de limpiar los desagües, recuerda que la solución está a la vuelta de la esquina, en tu propia despensa