Con el paso del tiempo, algunas tendencias decorativas reaparecen y entran de nuevo en escena. Es el caso del kitsch, un estilo que desplaza el minimalismo por los colores, aspectos geométricos y muchos estampados. Además, es una apuesta que va ganando cada vez más terreno en las redes sociales.
Este estilo destaca por combinar colores llamativos, estampados y formas geométricos. A diferencia del minimalismo, es una tendencia que llena nuestra casa de elementos. Al margen del mundo decorativo, está adquiriendo presencia en la industria de la moda.
Aunque puede resultar algo complicado encontrar el equilibrio en la decoración de nuestro hogar, es más fácil de lo que parece. Es más, el kitsch no sigue normas estrictas, por lo que podemos integrar objetos en teoría diferentes entre sí para romper el orden establecido.
Por lo tanto, al ser una tendencia que no muestra unas reglas claras, se pueden jugar con objetos muy coloridos y de muchas formas, de modo que den un toque muy llamativo. Por mencionar algunos ejemplos, podemos utilizar jarrones, lámparas con siluetas extravagantes, alfombras estampadas, bolas de discoteca, etc.
Asimismo, no hay que tener miedo y escoger varios colores dentro de un amplio rango. Ya sean el amarillo, el rosa, el naranja, etc. no importa, todo se basa en innovar y descubrir decoraciones rompedoras que sumen vitalidad y muchas tonalidades a las habitaciones de nuestra casa.
Tampoco podemos olvidarnos de los contornos y las formas, ya que los diseños vanguardistas copan todo el protagonismo. Los muebles clásicos van perdiendo fuerza y las nuevas modas se inclinan por opciones poco convencionales, tales como sillones giratorios, entre muchas otras.
Sobre esta tendencia
El estilo kitsch nació entre los años 1860 y 1870 en Alemania. Se usaba fundamentalmente en bocetos y dibujos que se vendían con mucha facilidad. También tiene su origen en el deseo de aparentar, sobre todo en los burgueses de aquella época.
Se considera una tendencia nada elegante, pretenciosa, incluso vulgar. Aun así, su éxito continuó décadas más tarde, sobre todo en los años 30. Más tarde, fue absorbida por otra corriente parecida y conocida como ‘Camp’, basada en lo artificial y lo irónico.
En lo artístico, el kitsch no se limita a lo carente de contenido y decorativo. Por esa misma razón, suelen aplicarse estructuras denominadas anti-diseño, lo que ha dado pie a que los especialistas consideren esta corriente como lo contrario a la auténtica vanguardia.
No obstante, otros expertos indican que el kitsch es la herramienta perfecta para la crítica social. De todos modos, esta tendencia es usada por no pocos artistas y diseñadores de moda con el objetivo de reflejar un estado caótico y desordenado.
