Marta Hernández nació el 29 de junio de 1976 en Errenteria, aunque lleva viviendo desde los 6 años en Hondarribia. Se dedica a la artesanía textil, por lo que cose mochilas, bolsos y todo tipo de complementos que muestra posteriormente en su cuenta de Instagram @4eta2. Un nombre curioso, teniendo en cuenta que viene de sus seis hijos, pues tiene cuatro chicas y dos chicos. 

Desde pequeña, siempre ha tenido el recuerdo de ver a su madre coser, ya que les cosía mucha ropa a ella y a su hermana. “Siempre tenía el gusanillo de la costura, y hace 9 años, decidí dar el paso y me apunté a un taller de costura de mi pueblo para aprender”, relata.

Proceso, aprendizaje y materiales

Hernández nos cuenta que empezó a coser desde cero, “sin saber ni enhebrar la aguja en la máquina de coser”. Sin embargo, confiesa que aprendió pronto y le cogió “el gustillo”. Primero, comenzó cosiendo ropa para los integrantes de su casa y para ella. No obstante, y desde hace unos cuatro años, lo que cose sobre todo son complementos. 

Marta Hernández, de 4eta2. Cedida

En cuanto al tiempo que suele llevarle cada creación, explica que depende del tipo, pues un neceser o bolso de mano puede llevarle menos de una hora, mientras que una mochila puede llevarle hasta tres. Respecto a los materiales, Hernández los busca en tiendas de la zona, “con el fin de apoyar al pequeño comercio local”. Según destaca, no es fácil, pero si continúas buscando sin rendirte acabas encontrándolos.

Productos de 4eta2. Cedidas

Cuando se trata de hablar de lo más peculiar, o quizá de lo más curioso que ha cosido, Hernández se decantaría por un top o camiseta para una de sus hijas. “Vio la prenda, se la imaginó en la tela elegida y yo se la cosí a medida. Todo eso la noche anterior al día que quería llevarla puesta. Y la verdad es que le quedó como un guante”, sonríe con cariño. De todas formas, también está muy orgullosa de sus mochilas, ya que estas se convierten en bolso y “a la gente le gustan. De hecho, hay varias personas que repiten”.

De los planos a los patrones

Hernández comparte con nosotros una de sus anécdotas favoritas, aunque no sabe si se puede considerar o no anécdota: “A veces suelo comentar que he cambiado los planos por patrones, ya que yo estudié arquitectura, aunque a medio gas, pues no la tengo aparcada del todo”.

“El que la sigue la consigue”

Ahora, si Hernández tuviera que darle un consejo a aquellas personas que estén pensando en empezar a realizar este tipo de creaciones, “les diría que los principios son duros, y que crea en él o ella misma”. Según su criterio, promocionarse es difícil, pero si se hacen las cosas bien, “el que la sigue la consigue”.

No obstante, le hubiera venido bien saber antes de empezar, que con paciencia y práctica, mucha práctica, es posible conseguir que el producto definitivo quede tal y como lo esperabas. “Pensar, imaginar y dibujar es el resultado final del producto antes de cortar la tela”, destaca. Es por esto por lo que encara el futuro con ganas de crecer, y “dándole una vuelta a las redes” y a su página web en construcción (www.lauetabi.com).

Unas redes sociales que ayudan a coger ideas

Respecto a su presencia en redes sociales, Hernández considera que estas le han ayudado, pues “siempre ayudan”. Sin embargo, es una fiel defensora de que el boca a boca y el ir de ferias también ayudan mucho.

Si tuviera que plantearse un día a día sin las redes sociales siente que estaría un poco perdida, aunque no se siente enganchada a ellas. “Es verdad que las redes sociales ayudan a dar a conocer el trabajo, pero también me ayudan a coger ideas para nuevos proyectos”, puntualiza.

Pese a que no tiene muchos seguidores, la guipuzcoana piensa que las redes sociales necesitan tiempo, y que es cierto que ella no les dedica demasiado. Por ello, cree fervientemente que la clave para triunfar se basa en la innovación y la funcionalidad de los productos, junto con los materiales usados. “Los productos cosidos son únicos, e incluso pueden ser personalizados”, remata.