Es una pasión que le viene heredada de familia. Amaia Erbina (13-03-1997, Ordizia, Gipuzkoa) probó a los cinco años la práctica deportiva del rugby, y su pasión fue tal que desde entonces nunca ha dejado de practicarlo. Su primer club fue el Ordizia Errugbi Elkartea. Actualmente, Amaia Erbina compite tanto en la modalidad de rugby seven como en XV.

Su experiencia, profesionalidad y, sobre todo, constancia le han llevado hasta los Juegos Olímpicos de Río 2016 donde obtuvo un diploma olímpico. Asimismo, ha competido en varios Campeonatos de Europa, logrando la victoria en los Europeos de 2018 y 2019, así como en Series Mundiales. 

“Empecé a jugar al rugby con tan solo cinco años"

“Empecé a jugar al rugby con tan solo cinco años. Los primeros pasos los di en Ordizia, mi club de origen y pueblo natal, gracias a mi padre y mi hermano, que eran entrenador y jugador. Siempre tuve claro que este era el deporte que más me gustaba, aunque practiqué varios deportes mientras jugaba a rugby: gimnasia rítmica, atletismo…”, rememora.

Asegura que el rugby le ha aportado muchísimo desde siempre, aunque recuerda con especial mimo los Juegos Olímpicos, asegurando que se trata de un sueño hecho realidad: “Destacaría probablemente el diploma olímpico obtenido en los JJOO de Río 2016 con tan solo 19 años, un sueño cumplido”. 

Le encanta ir a la playa, estar con sus amigas y disfrutar del tiempo libre. “Soy una persona super bromista, bastante alocada y aventurera. Me encanta viajar, conocer gente nueva, y atreverme a salir de mi zona de confort”.

Pese a que no es un deporte fácil, asegura que lo vive con naturalidad y sin demasiadas dificultades, destacando que le ayuda a crecer no solo profesionalmente, también emocionalmente. “Nunca me ha parecido un deporte difícil ni que me haya tenido que adaptar. Al fin y al cabo, he nacido con él, el rugby siempre ha formado parte de mi vida y de mi entorno desde que nací”, dice con orgullo.

Y añade: “Considero que el rugby me aporta valores como el trabajo en equipo, el respeto, la humildad, el sacrificio. También me ha dado experiencias inolvidables viajando por muchos rincones del mundo y he podido conocer a muchísima gente gracias a este deporte”. Por todo esto, su gratitud es tal hacia este deporte que anima a todas las personas a probarlo asegurando con rotundidad que “el rugby no solo te aporta cosas dentro del campo, sino también fuera de él; a mí me ha dado toda una vida”.

"Es complicado vivir de este deporte"

No obstante, también reconoce que “no es fácil” lograr vivir de este deporte de alto rendimiento, y recomienda siempre tener más vías. “ Es complicado vivir de este deporte. Durante cierto tiempo sí que se puede, pero debemos tener un plan B para el futuro”, recomienda así a las personas que quieran dedicarse a este deporte a nivel profesional. 

La deportista de alto rendimiento Amaia Erbina tiene en su perfil de Instagram más de 5.500 seguidores (5.591), con quienes comparte su día a día e incluso su pasión por el deporte.

En total, Amaia Erbina lleva diez años practicando este deporte de alta competición con esfuerzo, mimo y dedicación; diez años que han dado para mucho, colgándose distintas medallas, aunque reconoce que no ha sido un camino fácil ni lineal y que en varias ocasiones ha pensado en tirar la toalla y alejarse de esta profesión. “He vivido momentos personales complicados dentro del equipo que me hicieron plantearme dejar el deporte de alto nivel, pero finalmente decidí continuar gracias al apoyo y consejos de mi familia”, explica

Además, también habla de la importancia de cuidar la salud mental para continuar avanzando desde su máxima profesionalidad: “Es importante cuidar la salud mental y escucharnos a nosotras mismas de vez en cuando. No pasa nada por hacer pausas en el camino y no estar al 100% siempre. Yo cuento con la ayuda de mi psicólogo deportivo, quien considero imprescindible en mi vida”, reconoce satisfecha y orgullosa por esta trayectoria dedicada al rugby donde ha logrado incluso su diploma olímpico.