Se hacen llamar Raimundo el Canastero y son una banda de música de Estella-Lizarra que en muy poco tiempo se ha hecho un pequeño hueco en el panorama musical de nuestra tierra. El grupo nació en 2021 cuando se juntaron varios amigos en el gaztetxe de la capital del Ega para ofrecer un concierto de versiones de rumba y otros estilos. Su intención solo era actuar en este local, pero les empezaron a reclamar desde varios puntos de nuestra geografía y no se pudieron resistir. Y ahí siguen. Mikel Beltza, saxofonista y voz, e Iban D’Urruti, guitarra y producción, nos cuentan quién es Raimundo el Canastero.
¿Por qué se llaman Raimundo el Canastero?
-Mikel Beltza: Porque somos muy malos poniendo nombres. Si pudiésemos echar el tiempo atrás nos llamaríamos Kaparrak, pero pensándolo bien el nombre ya está cogido. Olé esos rumberos de Aretxabaleta.
¿Quiénes forman actualmente la banda?
-Iban D’Urruti: Actualmente somos mínimo doce músicos en el escenario. Aunque la formación puede cambiar, en sitios donde nos apetece hacer un show más especial llamamos a nuestros colegones percusionistas, a los que soplan y a más palmeros.
¿Son todos nuevos o vienen de proyectos anteriores?
-I.D.: La mayoría lleva años en el mundo de la música e incluso en otros proyectos. Por otro lado, unos cuantos nos dedicamos a la música tocando en distintos grupos o dando clases y otros compaginan la música con trabajos en otros sectores.
¿Es un grupo abierto a nuevas incorporaciones?
-I.D.: Es verdad que en cada concierto puede cambiar el número de personas que estamos en el escenario. En Raimundo siempre hay sitio para colaboraciones espontáneas, incluso, algunas veces, damos pie a que gente del público suba a cantar, tocar las palmas o algún instrumento de percusión. Por otro lado, estamos haciendo giras de entre treinta o cuarenta conciertos anuales y esto conlleva una formación fija que se compromete a cuadrar su agenda personal y laboral con la del grupo.
¿A qué público van dirigidas sus canciones?
-I.D.: No creo que vayan dirigidas a ningún público en concreto. Reflejan aspectos de nuestras vidas. Cada uno escribe desde su prisma y esto aporta distintas perspectivas. El hilo conductor podría ser que todos compartimos un tiempo y un espacio, una generación. Supongo que esto hace que nuestras letras resuenen más en la juventud.
¿Cómo nació N.T.E.R. (No Todo Es Rumba), su primer álbum?
-M.B.: Tres colegas del colectivo estaban en el paro y aburridos, y empezaron a hacer canciones con un ordenador y una tarjeta de sonido para matar el tiempo, y al final se decidió sacarlo.
Interpretan muchos estilos musicales como rumba, sonidos flamencos, algo de rap. ¿No hubiera sido mejor especializarse en uno concreto?
-I.D.: Autodefinimos nuestro estilo como rumba fusión. De este modo, nos acercamos a muchos estilos de música intentado mantener el soniquete de la rumba. Puede que nuestra esencia sean las palmas, la guitarra y el cajón. Partiendo de esto, nuestras influencias son variopintas. No hemos crecido en un entorno puramente flamenco, ni rapero, ni euskaldun por lo que para nosotros no tiene sentido el defender la pureza de ninguna de estas escuelas. Nos divertimos plasmando la música que nos mola en nuestras canciones, en las que incluimos referencias a artistas como Ray Heredia, Joe Arroyo, Alaitz eta Maider, Ken Zazpi, Miles Davis o canciones tradicionales.
Bueno, si al grupo Joselu Anaiak le ha funcionado durante décadas la mezcla de estilos, más o menos como los suyos, no veo el porqué a Raimundo el Canastero no le vaya a funcionar...
-M.B.: Y si no funciona seguiremos mezclándolos porque es lo que nos sale de manera inconsciente. Si aburrimos a la gente, seguiremos tocando para nosotros y para nuestra gente. Lo importante es pasar un buen rato. Si algún día tenemos la brillante idea de hacer música pensando en cómo gustar a los demás, el proyecto caerá por su propio peso.
¿A qué o a quién le cantan habitualmente en sus composiciones?
-M.B.: No nos cerramos a nada, aunque es verdad que últimamente el monotema de la policía nos ha pegado fuerte. ¡De todo se sale!
Uno de sus temas más conocidos es Bizitzeko gogoa, una versión en euskera del tema Alegría de vivir de Ray Heredia. ¿Utilizan a menudo el euskera en sus canciones?
-M.B.: La mayoría de nuestras canciones son en castellano. Nos gustaría utilizar más el euskera, pero sería engañar un poco. Hacemos lo que nos sale y por mucho que veamos necesario que el euskera tenga presencia en nuestras canciones, si nos obligamos a usarlo, queda muy rancio. Cuando sale de dentro es cuando es bonito.
¿Hablan todos euskera?
-M.B.: La gran mayoría, no. Lo que sí hablamos todos es alemán (risas).
¿Qué espacio puede tener su proyecto en la escena vasca?
-M.B.: Eso mejor preguntárselo a la escena vasca (risas). Nosotros encantados de tocar en sitios donde, aparte de pasar un buen rato, podemos ayudar en causas que nos motivan. Ligándolo a la anterior pregunta, por mucho que no cantemos únicamente en euskera, nos involucramos en movidas que visibilizan el problema que tiene esta lengua. Puede parecer contradictorio, pero nuestro grupo es un buen ejemplo de la problemática.
¿Lo pasan bien en los directos?
-I.D.: Es condición indispensable para que este barco siga en pie. El crear un ambiente rumbero, despreocupado y vacilón es nuestro signo de identidad y así lo sentimos encima del escenario. El día que toquemos a las dos de la mañana con ganas de irnos a la cama esto empezará a dejar de tener sentido. Esto no quiere decir que todo sea moco de pavo, pues hay que ensayar, cargar la furgo, kilómetros, pruebas de sonido, horas muertas, dejar de hacer planes los findes, conducir de madrugada… Pero la adrenalina de subirte a un escenario engancha y, de momento, es la vida que hemos elegido.
Pueden llegar a estar quince personas o más en el escenario. ¿Cómo se coordinan?
-M.B.: Dándole dolor de cabeza a Haritz, nuestro mánager, que nos está ayudando mucho a entender que el límite de pasarlo bien y descontrolarse es no molestar a la gente que está trabajando mientras estamos tocando. No nos cansaremos de pedir perdón a los currelas de sonido y organización que siempre nos cuidan que da gusto. De los errores se aprende.
¿Discuten mucho?
-I.D.: Me parece que discutimos poco para ser tantos, tan distintos y tocando treinta o cuarenta bolos al año. Deberíamos discutir mucho más. Será por el buen humor que nos pega la rumbita. Si tocásemos death metal seguro que otro gallo cantaría. Por cierto, dimos con una frase que define bastante bien la comunicación interna del grupo: “No hables cuando interrumpo”. Fuera bromas, nos entendemos milagrosamente bien.
¿Han actuado fuera de Euskal Herria?
-M.B.: Uno de nuestros objetivos como colectivo es tocar en Soria. Tenemos un cariño especial a esa tierra. El Cahete tiene familia allí y en el puente foral nos invitó a pasar unos días. Además, aprovechamos el viaje para ir componiendo canciones que supongo que algún día saldrán. ¡Gora Santa María de las Hoyaseko gazteria (eta zahartzaroa)!
¿Alguno de sus temas tiene soporte de videoclip?
-I.D.: Sí, A mi manera, Homenaje, Levanta Plaka, Bizitzeko gogoa y Mikel tienen videoclips.
¿Tienen intención de grabar discos físicos?
-M.B.: Lo estamos debatiendo. Somos muchos y cada uno piensa diferente. Mi voto es depende.
Al detalle
Discografía. Entre sus temas más conocidos destacan: Fandango Nasty, Amest 1, Narcotest, Bizitzeko gogoa, Mikel, Alaken, Levanta Plaka, Los intranquilos, A mi (M)anera, Camino a camineros, Homenaje o Menudo kolokón.
Spotify. Raimundo el Canastero .