Tamara Falcó e Íñigo Onieva siguen preparando su boda, que llegará (si no hay otro desliz de por medio) el 8 de julio, pero mientras tanto han aprovechado la Semana Santa para hacer un viaje a Bali con todos los lujos imaginables incluidos. Ambos se lo han pasado en grande, como han mostrado en sus redes, pero ha habido un detalle en sus fotos que se ha hecho viral y que ha dejado en mal lugar a la marquesa de Griñón.

La hija de Isabel Preysler subió a Instagram una foto retocada de ambos subidos en una moto Vespa sin ser consciente de que su novio la había publicado poco antes al natural, sin pasar por el Photoshop. En cuanto se dieron cuenta del error Onieva borró la imagen, pero ya era tarde y alguien había hecho la captura al darse cuenta de lo sucedido.

Como en un pasatiempo de ‘busque las siete diferencias’, poniendo las dos imágenes a la par (lo ha hecho la presentadora de Telecinco Nuria Marín) se pueden apreciar a simple vista los retoques que había hecho Tamara Falcó, que principalmente se centraban en su cuerpo. La marquesa estiliza toda su silueta, adelgazándose por arriba y por abajo, principalmente en las piernas. Eso sí, también tiene un poco de Photoshop para su futuro marido, con el que realiza el efecto contrario: le añade volumen para que parezca más musculado.

Las dos imágenes, compartidas por la periodista Nuria Marín.

Las dos imágenes, compartidas por la periodista Nuria Marín. Instagram (@nuriasecret)

Unos retoques que vuelven a demostrar que lo que se publica en las redes sociales dista mucho de la realidad en numerosas ocasiones y que han llevado a muchos internautas a cuestionar a Tamara Falcó por engañar a sus seguidores y a acusarla por tanto de pecadora, habida cuenta de sus profundas creencias religiosas.