La moda sostenible ya no es cosa de hippies ni románticos, sino un modo de vida, una emergencia medioambiental, muy presente en actores, cantantes, modelos y miembros de la realeza como Carlos de Inglaterra, que acaba de lanzar su propia colección de moda ecológica. Defensor del medioambiente y un apasionado del universo textil, Carlos de Inglaterra, ha debutado en el sector de la moda sostenible con una colección de 18 piezas: 10 femeninas y 8 masculinas, creada por estudiantes italianos y confeccionada en Escocia por artesanos británicos. La asociación solidaria que preside el príncipe, The Prince's Foundation, se ha unido con el portal de moda Yoox Net-A-Porter para lanzar esta colección de moda que une el lujo con el desarrollo sostenible.
Las prendas de esta colección cápsula, inspirada en la obra de Leonardo da Vinci, están pensadas para permanecer en el armario durante muchos años. Su precio oscila desde los 425 euros de un jersey de cachemira a los 1.395 euros de un abrigo de lana. Elaboradas en cachemira y lana de Escocia y seda biológica italiana, las prendas permiten "redescubrir la importancia que juega la naturaleza y conocer el origen de los materiales naturales. Es una locura ese punto de vista de fabricar y tirar", son declaraciones que se recogen en el perfil de Instagram de Clarence House, residencia oficial de Carlos y su esposa, Camilla Parker, en Londres.
El primogénito de la reina Isabel adquirió en 1980 unos terrenos en Highgrove, conocidos como la finca verde, donde comenzó un proyecto de agricultura ecológica, en el que apostó por cultivar semillas locales para garantizar la supervivencia de especies centenarias y también desarrolló alimentos orgánicos, bajo el nombre Duchy Originals. En una entrevista a Vogue que concedió con motivo del lanzamiento de su colección, el príncipe de Gales dijo: "No me gusta tirar nada, me gusta que las cosas me duren lo más posible. Por eso pido que me arreglen los zapatos, me ajusten la ropa... Incluso me ponen un parche si es necesario".
Una idea a la que se suma la actriz Emma Watson, que desde su página web Feel Good Style apoya la moda lenta y la belleza natural. Para la protagonista de La bella y la bestia -también Embajadora de ONU Mujeres-, promover la moda justa y los estándares éticos es algo muy alineado con sus valores personales. Desde hace muchos años está muy implicada en la concienciación de la moda respetuosa con el medioambiente y con la artesanía: con la marca británica People Tree ha participado en colecciones de ropa orgánica, y con la diseñadora Alberta Ferretti, para producir una gama ecológica llamada Pure Threads.
La top Christy Turlington pone su granito de arena con una serie Subprocesos: Impulsando la moda, diez capítulos en los que se esfuerza en explicar la importancia de la moda lenta y la necesidad de salarios justos y derechos humanos. Robin Wright fundó junto a Karen Fowler, una amiga diseñadora, Pour Les Femmes, una firma artesana y de conciencia social que nació para donar gran parte de la facturación a organizaciones que apoyan a las congoleñas víctimas de la violencia.
Gwyneth Paltrow también apuesta por moda lenta y se ha asociado con la empresa Amour Vert para crear una línea de camisas de moda ecológica hechas de telas orgánicas y teñidas con tintes naturales. También ha colaborado con la diseñadora Stella McCartney, pionera en la moda lenta dentro del lujo.