Las vemos durante todo el años en la sección de congelados. La espinaca es una de esas verduras que se han desestacionalizado, pero la realidad es que es una verdura de invierno que si se come fresca y de cercanía es una auténtica delicia que hace olvidar las preparaciones de recetas rápidas para las que tan útil resulta.
Tienen la ventaja de que se puede comer tanto cruda, en especial cuando las hojas están tiernas en sabrosas ensaladas, como cocidas, rehogadas, fritas, solas o como guarnición de pescados y carnes. Y también pueden hacer sopas, cremas o tortillas. Y dar aroma a pizzas.
Más allá de la fama de ser una mina de hierro según Popeye el Marino y que resultó un infundio, los beneficios nutricionales de la espinaca se encuentra en que es rica en minerales y en vitaminas, sobre todo en provitamina A, ácido fólico y vitamina C, aunque gran parte de ésta se pierde durante el proceso de cocción.
Asi se cocinan
Más allá de disfrutarlas crudas, para lo cual hay que asegurarse de que están bien limpias lavándolas varias veces, sin dejarlas a remojo y escurriéndolas muy bien, hay varias formas de cocinarla, pero hay que ser muy cuidadoso para que no se pierdan su cualidades.
Para hacerlas hervidas, basta con 5-7 minutos en el puchero y se pasan por agua fría en un escurridor para detener la cocción. Con la mano se aplasta para eliminar toda el agua posible. Si se quiere mantener el color verde brillante es importante poner mucha sal en el agua donde van a cocer y esperar a que hierva antes de echar las espinacas.
Se pueden también cocer al vapor, es muy sencillo y pierde menos cualidades. Basta 3 minutos en una vaporera. También se pueden saltear directamente en un sartén con un poco de aceite o dejar que se cuezan en su propia agua en una cazuela hasta que cojan el punto que guste al cocinero.
Un aviso para calcular cantidades: la espinaca fresca, una vez se cocina, pierde hasta tres cuartas partes de su volumen.
Si se compra fresca, la espinaca tiene una vida muy corta, por lo que deben consumirse cuanto antes. Mientas llega ese momento, lo mejor es meterlas en el cajón de la verdura dentro de una bolsa de plástico con agujeros. Cubrirla antes con papel de cocina ayudará a protegerlas dela humedad. En cualquier caso, no aguantará más de dos días.
Las tres recetas muy completas
Más allá de las cremas de espinaca o la muy socorrida espinaca cocida con puré de patatas, la posibilidades son muchas. Estas son tres.
Espinacas con bacalao y pasas
Ingredientes
- 900 gr de espinaca fresca
- 2 dientes de ajo
- 30 gr de uvas pasas
- 2 trozos de bacalao desalado
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración
Cocer la espinaca 2 minutos en agua salada, escurrirla y reserva. Pelar y picar finamente los ajos. Sofreírlos dos minutos y agregar las pasas y saltear otros 2 minutos más. Desmigar el bacalao e incorporarlo a la sartén para cocinarlo 1 minuto. Para emplatar, hacer una base con las espinacas y colocar por encima el bacalao con las pasas.
Ensalada de espinaca, escarola con naranja y cebolla
Ingredientes
- Una escarola
- 2 naranjas
- 250 gr de espinacas tiernas
- Una cebolla morada
- Una cucharadita de semillas de sésamo negro
- Aceite de oliva
- Vinagre suave
- Sal
Elaboración
Pelar las naranjas y sacar los gajos con un cuchillo bien afilado para quitar la telilla blanca. Pelar y laminar la cebolla. Lavar la escarola y las espinacas, escurrirlas y colocarlas en una ensaladera. Añadir la cebolla y la naranja, espolvorear las semillas de sésamo y aliñarla.
Crepes rellenos de espinaca, jamón y queso
Ingredientes
- 3 huevos
- 250 ml de leche
- 150 g de harina
- Una cebolla
- 600 gr de espinacas
- 180 gr de queso blanco
- 150 gr de jamón cocido en tacos
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
Elaboración
Cocer las espinacas 2 minutos en agua con sal, escurrirla y picarlas. Pelar y picar fino la cebolla y sofreírla en unas gotas de aceite 5 minutos. Añadir las espinacas y saltear durante 2 minutos. Incorporar el queso desmenuzado y el jamón cocido. Remover. En u vaso de batidora echar los huevo, la leche y la harina y batirlo todo junto. En una sartén antiadherente verter un cacito de masa la pasa resultante y extenderla lo más fina posible. Cocer la crepe un par de minutos por cada lado. Repetir hasta acabar la masa.
Solo queda poner el relleno sobre cada crepe y doblarlas en 4. Espolvorear un poco de pimentón dulce y servir.