Cada verano, cientos de alaveses y alavesas que viven fuera hacen la maleta con una fecha marcada en rojo: el 4 de agosto. No importa si llevan cinco o veinte años residiendo en otra ciudad o país, si el regreso es fugaz o si se han perdido algunas ediciones por el camino. Las fiestas de La Blanca siguen siendo, para muchas personas, una razón de peso para volver a casa.

Cuatro personas relatan a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA qué significa para ellas volver a Vitoria por fiestas: desde la emoción del reencuentro hasta la voluntad de compartir las tradiciones con quienes aún no las conocen. 

Pese a haber echado raíces en otras ciudades –Madrid, Barcelona, Leiden (Países Bajos) o Valencia de Alcántara (Cáceres)–, vuelven este año para reencontrarse con su ciudad, sus recuerdos y, sobre todo, con la gente. Porque, más allá de los actos y horarios, las fiestas se comparten con amistades, con cuadrillas, con parejas curiosas por conocer la bajada del Celedón… y con la familia.

María Araujo Carrillo Cedida

Volver con la fe intacta...

María Araujo Carrillo / Valencia de Alcántara / 21 años fuera

María es casi vitoriana de adopción. Emigró a Vitoria en 1974, formó familia y, 30 años después, regresó a su Valencia de Alcántara natal. Ahora vuelve casi todos los años para ver a la familia y disfrutar de la Procesión de los Faroles y el Rosario de la Aurora.

¿Por qué no te pierdes la Blanca? ¿Qué es lo que significa para ti? 

No me pierdo La Blanca porque me hace ilusión venir a la fiesta. Cuando vivía en Vitoria, en verano nos marchábamos de la ciudad. Así que ahora, intento volver siempre que puedo. Para mí volver a Vitoria en estas fechas significa cambiar un poco de aires, y tomarme unos días de vacaciones.

¿Qué es lo que más te emociona al volver?

Lo que más me emociona al volver es reencontrarme con gente conocida y ver el ambiente. Me parece muy importante mantener las fiestas y que no se pierdan como en otros sitios.

¿Qué evento o acto no te pierdes por nada?

Dos momentos imprescindibles para mí son la Procesión de los Faroles y el Rosario de la Aurora.

¿Cómo explicas a la gente de tu pueblo las fiestas de la Blanca?  

Les digo que me parecen muy bonitas las fiestas de La Blanca. En mi pueblo, las fiestas de Vitoria coinciden con otra celebración llamada “Boda Regia” pero yo prefiero venir a Vitoria unos días.

¿Qué recomendarías a alguien que no conozca las fiestas?

Depende de lo que le guste a cada persona. Si puedo recomendar algo sería ir a la ofrenda a la patrona, a la balconada. Es un momento que me emociona mucho. Y también la Procesión de los Faroles o el Rosario de la Aurora. 

Daniel Vázquez Cedida

Donde todo el mundo se reencuentra...

Daniel Vázquez / Barcelona / 9 años fuera

Daniel lleva nueve años fuera de Vitoria. Los primeros 4 en Madrid y los últimos 5 en Barcelona. Este año vuelve con ganas de disfrutar de los conciertos y, sobre todo, del txupinazo.

¿Por qué no te pierdes la Blanca? ¿Qué es lo que significa para ti? 

Porque es un momento del año que, para mí, a veces es un poco equiparable a las Navidades. Tiene este punto un poco de reunión atemporal. Es un momento en el que puedo encontrarme con casi todo el mundo, con la familia, principalmente, porque comemos, pero también salir y saber que casi toda la gente de la ciudad está por ahí. 

¿Qué es lo que más te emociona al volver?

La sensación que tengo siempre de que el tiempo ha pasado, pero sigue siendo Vitoria, siguen siendo las fiestas. No diría que me recuerda a la niñez, pero sí es un sentimiento muy especial, como un vínculo con la ciudad que, en otros momentos del año, quizá no noto tanto. En estas fechas, sin embargo, se hace mucho más evidente.

¿Qué evento o acto no te pierdes por nada?

Bueno, el txupinazo, seguro. Y luego me gusta mucho también la noche del 4 y la del 5, que son un poco las más activas. Cuando está todo el furor de la gente, que todo el mundo está a tope. Que te encuentras con gente que no suele salir. 

¿Cómo ve la gente de tu ciudad las fiestas de la Blanca?  

Creo que cuando lo explicas un poco por encima, piensan que son unas fiestas de ciudad del norte, así como otras cualquiera. Pero ya cuando empiezas a enseñar fotos, sobre todo de lo que es el chupinazo, la gente empieza a tomar un poco conciencia de la dimensión que tiene. El año pasado algún amigo vino y mi pareja también y ahora ya todo el mundo quiere venir. Lo que pasa es que el albergue familiar no da para tanto.

¿Qué recomendarías a alguien que no conozca las fiestas?

Lo del txupinazo. Es muy evidente, pero es que marca mucho. Yo recomendaría también ir a los conciertos de las txosnas, los conciertos que hay en el Gaztetxe las primeras noches a mí me molan bastante porque hay conciertos así un poco más alternativos de lo que suele haber. Y recomendaría especialmente, antes de que se jubilen, que sé que no va a pasar nunca, ir a una verbena de los Joselu. 

Nerea, vitoriana residente en Holanda que vuelve para celebrar la Virgen Blanca. Cedida

Un viaje para compartir...

Nerea Grisaleña Corcuera / Leiden Países Bajos / 14 años fuera

Catorce años fuera de Vitoria son muchos años. Después de tanto tiempo fuera, Nerea vuelve con ganas de recuperar tradiciones y de enseñárselas a su pareja.

¿Por qué no te pierdes este año la Blanca?

Hace tiempo que no venía. Creo que la última vez fue en 2015. Y no por falta de ganas, sino muchas veces por falta de planes. Mi familia se suele ir al pueblo para fiestas, la cuadrilla entre que trabajan muchos días o están de vacaciones, no me había surgido mucho el plan. Pero este año vengo con ganas. Me apetece rememorar todo lo que he vivido; hasta que me fui de Vitoria estaba siempre en fiestas y tengo unos recuerdos muy bonitos. 

¿Qué es lo que más te emociona al volver?

Tengo un recuerdo muy dulce de las fiestas y, después de tantos años fuera, tengo muchas ganas de verlas. Procuraba ver el txupinazo en algún sitio y, si no podía, hacía un brindis con mi pareja. Este año, una de las razones por las que vuelvo es porque mi pareja, que es de fuera, no ha estado nunca, y tengo ganas de enseñárselo.  

¿Qué evento o acto no te perdías por nada?

La bajada del Celedón de joven, ahora no sé si me apetecería tanto. No tenía ningún imperdible. Me gustan algún que otro concierto, las txosnas, en el machete o donde pillara, los fuegos artificiales, los puestos de la Florida a los que solía ir. Sí que tengo más recuerdos de la infancia de los cabezudos, aunque eso sí, es un recuerdo algo traumático.

¿Cómo percibe la gente de Leiden las fiestas de la Blanca?  

Flipan un poco con lo de la bajada del Celedón, incluso españoles que no lo conocen. Yo les suelo decir que son iguales o mejores que los Sanfermines, que esas sí que las conocen. Sobre todo porque en La Blanca hay menos turistas y menos aglomeraciones. Se las recomiendo totalmente, ya que son fiestas para todos los públicos y hay cosas para todas las edades. No son solo fiestas nocturnas, durante el día también hay muchas actividades.

¿Qué recomendarías a alguien que no conozca las fiestas?

El txupinazo es especial, los paseíllos que es algo muy típico de Vitoria y no se hace en muchos sitios… Hay muchas cosas. Yo recomendaría que paseen, vean y miren un poco el programa porque siempre hay cosas para todos. 

María García Salazar DNA

Cuidando La tradición...

María García Salazar / Madrid / 10 años fuera

María lleva diez años fuera de Vitoria. Se fue a Madrid a hacer un máster, encontró trabajo y reside allí desde entonces con su familia. Regresa para mantener la tradición con sus amigas y disfrutar del ambiente de las cuadrillas.

¿Por qué no te pierdes la Blanca?

En la adolescencia, una amiga me propuso quedarme en su casa un par de días en fiestas, y se hizo como tradición de estar casi todas las de la cuadrilla. Ahora, siempre intentamos estar en la comida juntas y disfrutar un poco de todo el ambiente, del día que la gente más se viste y empiezan a salir las cuadrillas. 

¿Qué es lo que más te emociona al volver?

Ver cómo la ciudad celebra las fiestas, a todo el mundo vestido de blusa y de neska, el aurresku. Me parece que son unas fiestas que realmente se pueden disfrutar en todas las etapas de la vida, por todo el mundo. 

¿Qué evento o acto no te pierdes por nada?

¿Solo se puede elegir uno? El txupinazo porque muchos años me he podido meter ahí dentro de una plaza. Me parece muy chulo, porque lo puedes vivir dentro de la marabunta o un poco más fuera. El paseíllo de las cuadrillas lo pasas muy bien, la ofrenda a la Virgen Blanca, las verbenas, la misa del día 5.

¿Cómo percibe la gente de tu ciudad las fiestas de la Blanca?  

La mayoría de mis amigos son del norte de España. Entonces, tienen un concepto de fiestas tipo a las de Vitoria. Pero es cierto cuando lo cuento, alguna me han dicho eso de “Yo ya he ido”, “No me las pierdo”, o “Tengo que ir algún año”. Muchos, con la excusa de que son fiestas, visitan Vitoria y encima viven la misma emoción que los vitorianos y las vitorianas. 

¿Qué recomendarías a alguien que no conozca las fiestas?

Seas o no de aquí, durante el día recomiendo pasear por la ciudad para disfrutar del entorno con las diferentes actividades deportivas: el torneo de pelota, mercados, actuaciones musicales o de baile o los famosos paseíllos de las cuadrillas de blusas y neskas. Por la noche, no perderse algún concierto o una buena verbena. Y, por supuesto, algún día ir a las barracas y ver los fuegos artificiales desde Mendizabala.