El Ayuntamiento de la capital alavesa acaba de finalizar las obras que ha realizado durante los últimos meses en parte de la muralla medieval para consolidar una zona afectada por las lluvias que padeció Gasteiz durante el pasado mes de marzo.
Para ello, la institución municipal ha destinado una partida de 66.000 euros para remediar los efectos de aquel desprendimiento, tal y como ha podido corroborar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
En su momento, con el anuncio del inicio de las obras, fue la propia primera edil gasteiztarra, Maider Etxebarria, la que ensalzó el papel de la estructura defensiva medieval a la hora de atraer visitantes a Vitoria en busca de patrimonio y riqueza histórica. Según explicó entonces la alcaldesa, la intervención sobre el lienzo de piedra “pone en valor uno de los recursos turísticos más importantes de Vitoria-Gasteiz".
“Con esta actuación resolvemos un problema y ponemos en valor uno de los elementos arquitectónicos más notables de nuestro patrimonio"
Obras por desprendimiento
En concreto, las obras se han centrado sobre el torreón de la antigua muralla donde se produjo un desprendimiento el pasado mes de marzo. Se ha sometido a la citada estructura a una intervención arquitectónica para restaurar los desperfectos ocasionados por ese descalce en el paño oeste.
“Con esta actuación resolvemos un problema y ponemos en valor uno de los elementos arquitectónicos más notables de nuestro patrimonio y uno de los recursos turísticos más importantes de la ciudad”, añadió Etxebarria en su momento.
La obra ha corrido a cargo de una empresa vitoriana especializada en este tipo de trabajos, que ha dedicado dos meses a dejar el conjunto listo para revisión y, fundamentalmente, con seguridad para las visitas que pasen bajo sus almenas.
La base del torreón ubicado en el tramo de muralla junto al palacio Escoriaza Esquível, entre los cantones de las Carnicerías y de la Soledad, fue la zona afectada por este desprendimiento que llegó hasta una altura de 1,50 metros.
Detalles de la intervención
La intervención ha consistido en “retirar la vegetación y plantas que han agudizado el deterioro de la piedra en este tramo de muralla y colocación de grava y láminas antihierba que eviten la aparición de vegetación en esa zona”.
Se ha aprovechado también para construir un murete de hormigón de cal hidráulica natural hasta la altura de 1,50 metros en la que se produjo el desprendimiento e instalar de nuevos focos para mejorar la iluminación.