Las nuevas generaciones son sin duda las que más afectadas se van a ver por el cambio climático, una realidad que ya está aquí y con la que tendrán que lidiar en el futuro las niñas y niños de hoy día. No es raro por ello que la concienciación sobre este problema sea mayro entre los más pequeños, y de ellos surgen iniciativas como la desarrollada por los alumnos y alumnas de 4º de la ESO del colegio Escolapios Calasanz de Vitoria, que han trabajado durante nueve meses en un proyecto para ayudar a los ecosistemas terrestres y ser conscientes de su preservación.

Gracias al respaldo financiero de Erasmus+, el programa de la Unión Europea que respalda la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa, los estudiantes del último curso han podido viajar a Hungría para realizar varias actividades de concienciación y cuidado medioambiental.

Durante la visita los alumnos y alumnas se desplazaron a distintos lugares naturales del país, trabajaron de forma grupal definiendo los parámetros del proyecto, que después desarrollarían, y compartieron reflexiones y comparativas. El plan ha concluido con la generación de una infografía y la definición de varios compromisos en una plataforma de activismo online. Los estudiantes han acordado comprar productos sin plástico o con la menor cantidad posible de este material y recoger los restos orgánicos de nuestros almuerzos para hacer compost.

Asimismo, han pactado usar la bicicleta o el transporte público siempre que sea posible y fomentar la compra de productos locales.

Agenda 2030

El centro vitoriano, que ya está comprometido con Agenda 2030 y ha implementado varias acciones para llevarlo a cabo, explica que este tipo de actividades persiguen que el alumnado conozca los diferentes ecosistemas terrestres europeos, para que pueda valorar su riqueza y desarrollen una conciencia medioambiental, de tal forma que el centro sea un referente en

conciencia medioambiental en nuestra zona y ciudad y ponga en práctica múltiples iniciativas que sirvan de guía al resto.