Cuando hablamos de patrimonio nuestra mente siempre se traslada a tiempos remotos, pero también forman parte de él todas esas nuevas construcciones y creaciones artísticas que, con los años, van llegando a nuestros pueblos y ciudades. Un ejemplo lo tenemos en Amurrio y en la que se ha convertido en el símbolo del municipio: la escultura Guk que preside la entrada al parque Juan Urrutia, en la confluencia de las calles Elexondo e Iturralde, desde su instalación en 2003. Es decir, ha cumplido 20 años y el Ayuntamiento se ha propuesto ponerla en valor y reivindicarla como parte de la historia local, con la organización de diversas actividades, a lo largo de los próximos meses, que han arrancado ya con la restauración y limpieza de la propia pieza, en aras de garantizar su estabilidad y conservación.

Amurrio lava la cara a ‘Guk’ en su veinte aniversario

Una labor ésta, que ha supuesto una inversión de 5.929 euros, y que ha consistido en la eliminación de toda la suciedad superficial, oxidaciones activas, grafitis y ataque biológico, que alteraban el equilibrio estético de la obra, mediante disolventes orgánicos y jabones neutros; así como en la reintegración cromática de aquellas zonas que presentaban manchas, con el fin de unificar visualmente su superficie, usando pigmentos naturales.

Asimismo, en su entorno –concretamente, en el espacio peatonal que conecta la calle Elexondo con la escultura– la Brigada municipal de Jardines ha actuado sobre seis jardineras de 11 x 2,50 metros, a las que ha dotado de riego automático para, tras eliminar las especies arbustivas que contenían, plantar especies vegetales ornamentales de pequeño porte, en su zona central, y sembrar hierba en las dos franjas exteriores, dando mayor empaque al paseo que conduce a Guk donde, a lo largo del año, se dan cita un sinfín de actividades culturales y de ocio.

31 toneladas

No en vano, Guk (nosotros en euskera) representa a toda la población de Amurrio “sus gentes, quehaceres y alegrías” y con ese espíritu, su autor, el escultor Ángel Camino (fallecido en julio de 2022), fundió las 31 toneladas de acero que integran sus casi ocho metros de altura, tras el encargo de diseñarla y crearla que recibió por parte del Ayuntamiento. Lo hizo entre junio de 2002 y septiembre de 2003 y, desde entonces, cada año se homenajea con una reproducción en miniatura (Guk de oro) al grupo o la persona que han destacado en la promoción de la localidad y, por lo general, los investidos se convierten de facto, y si aceptan, en los pregoneros de las fiestas patronales.

La pieza esta coronada por una especie de nudo o lazo, en el que convergen sus tres pilares base. Tres enormes patas de dos metros de alto por 50 centímetros de ancho, cada una de ellas tallada con profusas letras. Una describe nombres propios de personas, son los pobladores pasados, presentes y futuros de Amurrio; otra recoge las distintas asociaciones deportivas, culturales y recreativas del municipio; y, finalmente, en la tercera pata o pilar están grabadas distintas palabras en todos los idiomas sacadas de poemas que recuerdan lo que podemos ser.

Para remarcar más aún el simbolismo de Guk para Amurrio, todas las partes de la pieza fueron fundidas en la vetusta empresa local Ferrocarriles y Equipos S.A. (antigua COLSA y después Talleres de Amurrio). Todo ello quedó recogido en un audiovisual que narra las diferentes etapas de la creación física de la escultura, tales como la fundición, transporte y montaje de la estructura, pero también la intelectual, a través del punto de vista de diversos espectadores para –según explicó en su días su autor– “subrayar la diversidad de miradas que puede suscitar una obra entre la gente”.

Estafeta de correos

Dentro de las actividades que se están preparando para conmemorar las dos décadas de la llegada de Guk a Amurrio, destaca la que acercará la sociedad filatélico-numismática Armuru a La Casona el próximo noviembre. Y es que con motivo de su tradicional exposición de sellos y monedas, han decidido que esta escultura y su autor sean los protagonistas del apartado de filatelia, como ya hicieran el año pasado con uno de los edificios más emblemáticos del municipio: el del Refor que, desde su construcción en 1920, ha sido desde Casa Reformatorio y cuartel de milicianos del Batallón Bakunin (CNT) durante la Guerra Civil de 1936, hasta lo que es en la actualidad: la sede del centro y semillero de empresas del municipio, y de la agencia de desarrollo Amurrio Bidean; así como del museo de la bicicleta y de la colección etnográfica de Aztarna, un restaurante y un sinfín de locales de asociaciones y servicios, dada la ingente actividad deportiva de su entorno.

De hecho, al igual que el Refor en 2022, la imagen de Guk este 2023, se convertirá en sello, sobre y tarjeta postal; además de en el matasellos con el que activarán, el 14 de noviembre, su habitual estafeta para todas aquellas personas interesadas en incluirlo en sus colecciones. Además, durante los días que dure la exposición filatélico-numismática (del 11 al 25 de noviembre) la propia oficina de Correos del municipio empleará este matasellos en todas las cartas y paquetes que se envíen desde Amurrio.