Las condiciones climáticas de sequía y el intenso calor de este inicio de primavera han hecho que las cepas cojan mucha velocidad y ha provocado que en la primera semana de mayo se haya generalizado el inicio de la espergura en la comarca, con un adelanto del ciclo de más de dos semanas con respecto a un año normal, ya que en esta zona es habitual esperar a realizar esta labor hasta San Isidro. De hecho, varios agricultores empezaron a realizarla la última semana de abril, por lo que estamos ante una de las campañas más tempranas que se recuerdan.

Como es conocido, la espergura es una de las prácticas manuales más importantes, junto con la poda de invierno, a la hora de determinar la cosecha final. Más si cabe este año, cuando cobra una relevancia importante ante la reducción de rendimientos en campo al 90% para las uvas tintas, fijados por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja. Y es que ésta consiste en eliminar parte de la vegetación de la cepa para concentrar todo el potencial de crecimiento y óptimo desarrollo en los brotes con racimo.

Como es habitual, la Unión Agroganadera Alavesa (UAGA) vuelve a gestionar la contratación de trabajadores, tanto individuales, como cuadrillas. En concreto, facilita la búsqueda de mano de obra y organización del trabajo; el seguimiento del personal; la gestión laboral y la relativa a la prevención de riesgos laborales; alojamiento de personal temporero; el contacto directo con personas agricultoras y temporeras mediando en los problemas, y el acompañamiento a agricultores a inspecciones de trabajo.

Para coordinar todas estas tareas y orientar a los viticultores y bodegas propietarias de viñedos, la pasada semana UAGA celebró una jornada informativa sobre la campaña de espergura en Rioja Alavesa, en la que se explicaron de nuevo los detalles de los cambios que se produjeron en los modelos de contratación de temporeros, que introducidos con la nueva reforma laboral.