El ecomural colosal que la asociación vecinal de Abetxuko, Uribe Nogales, prometió pintar en 2020 para poner fin a los grafitis y dar una nueva imagen a la entrada de este barrio-pueblo, tal y como avanzó en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, se completó la pasada semana, con los trabajos en las fachadas de Iturrizabala y Kañabenta. Ambas están en el número 1 de sus respectivas calles y nuevamente llevan la firma de su vecino autodidacta Paco Barriga. De esta forma, se concluye la tercera y última fase de este proyecto que abarca más de 100 metros lineales y crea una panorámica de 180 grados, a distintas alturas que se ven desde la parada del tranvía de Kañaventa, tras intervenir en cinco viviendas además de traseras “lo que podría ser el más grande en Araba”.
Es por este argumento de peso que el colectivo vecinal ya está preparando visitas que animen a dar a conoce tanto este proyecto, que se enmarca dentro del plan Abetxuko Bizirik, como el resto de murales que Barriga tiene repartidos por Abetxuko.
Viviendas unifamiliares
A comienzos de 2020, Uribe-Nogales decidió impulsar este ecomural, coincidiendo con el 60º aniversario de las 463 viviendas bajitas que en su día se levantaron para acoger a los inmigrantes que allí se asentaron. Lo hizo con un triple objetivo: embellecer Abetxuko ante la proliferación de los grafitis en sus paredes, fomentar la participación vecinal y que este barrio-pueblo se abra a la ciudad de Vitoria.
Se trata de un ambicioso proyecto de restauración paisajística que está orientado a la entrada de Abetxuko, “para darle una bonita bienvenida” y que está decorado con motivos rurales, vegetales y de concienciación medioambiental: como caseríos elaborados con la técnica del trampantojo, con sus ventanas y vigas de madera, hiedras, fincas de cereales... Y que ha supuesto todo un reto para Barriga, que en total tiene más de una docena de murales repartidos por Abetxuko, no solo por sus dimensiones, sino por las paredes “de distintas formas y alturas”, debido a esa arquitectura de hace 60 años, que los propios inmigrantes levantaron con sus propias manos.
Las primeras fachadas que se pintaron fueron las de las calles La Presa, 1, y Paseo del Mirador, 1.
Tras ello, se hizo la segunda fase en la zona central del ecomural, en Iturrizabala número 2, más las traseras en los números 4 y 6.
La tercera y última fase es la que se inició a principios de este año y que la pasada semana finalizó. “Más adelante decoraremos los muros exteriores de las calles en auzolagun”, anuncia el colectivo vecinal.
Gracias a su empeño, más el apoyo de los propietarios de las casas y la financiación que consiguieron de la Fundación Vital y de la subvención anual de la asociación, la entrada al pueblo tendrá una imagen “que en nada tiene que ver” con los grafitis, garabatos y firmas que habían empezado a “okupar” el exterior de estos inmuebles. l
Al detalle
- Ecomural. Coincidiendo con el 60º aniversario de las 463 viviendas bajitas que en su día se levantaron para acoger a los inmigrantes que se asentaron en Abetxuko, la asociación vecinal Uribe-Nogales impulsó la creación de un ecomural. El proyecto ha intervenido en cinco casas unifamiliares más traseras, abarcando más de 100 metros lineales en una panorámica de 180 grados a distintas alturas. Es un ambicioso proyecto de restauración paisajística que está orientado a la entrada de Abetxuko (desde la parada de tranvía de Kañabenta) y que se ha decorado con motivos rurales y de concienciación medioambiental.
- Triple objetivo. Son los que se fija este ecomural de Abetxuko: alternativa de embellecimiento de Abetxuko ante la proliferación de pintadas en paredes, fomento de los artistas del pueblo y crear un itinerario muralístico por este barrio-pueblo.
- Visitas. La asociación vecinal Uribe-Nogales pretende que este itinerario muralístico atraiga a personas interesadas en verlo y conocer Abetxuko. Para ello, ya prepara unos trípticos con el fin de darlo a conocer.