Con la llegada de septiembre y el fin del verano vuelve la rutina para muchos. El fin de las vacaciones, a excepción de algunos afortunados, marca la vuelta a la normalidad para miles de niños alaveses, que en apenas unos días volverán a reencontrarse con sus compañeros de clase para iniciar las clases. Un bonito y grato momento para ellos y, a su vez, para las librerías y papelerías, que estos días no dan abasto para cubrir las necesidades de los txikis, pero también de alumnos más mayores.

Unas fechas señaladas en el calendario para estos comercios que aprovechan para obtener grandes beneficios económicos ante la abundante demanda con la que cuentan. Es el caso de la papelería Caype, ubicada en el polígono industrial de Betoño, que está de celebración puesto que cumple 50 años. “Las cosas van muy bien. Mucho mejor de lo que pensaba”, manifiesta María Asunción Beltrán, gerente de Caype. Y es que desde este local se han marcado como objetivo aumentar un 15% las ventas respecto al año anterior. Un reto que, por el momento, no va mal encaminado. “Además quedan todavía muchos días intensos”, apunta Beltrán.

¿Qué estuche escojo?

Situación distinta remarca Gonzalo Villate, empleado de la librería Anegón, que apenas ha vendido material escolar hasta la fecha. No obstante se muestra optimista de cara a las próximas jornadas con la llegada de muchas familias que apuran sus vacaciones. “Se suele comprar más al empezar las clases y no tanto en estos días”, indica mientras revisa los encargos que tiene.

Los productos estrella, una vez más, están siendo los clásicos. Mochilas, cuadernos, pinturas, estuches y carpetas sobresalen respecto al resto, que quedan relegados a un segundo plano. “Más o menos ya sabemos lo que piden los centros, así que en mayo hacemos aprovisionamiento de todo este material ”, expresa Diego Martínez de San Vicente, gerente de la librería Arlekin. Misma circunstancia se da en Anegón, aunque Villate destaca las solicitudes de otros enseres menos genéricos, como calculadoras o transportadores principalmente entre los estudiantes de secundaria y bachillerato. “A diferencia de los niños, no van orientados por el colegio por lo que eligen ellos el modelo que quieren”, apunta. Por otro lado uno de los artículos más solicitados entre estudiantes universitarios o de ciclos formativos son los archivadores que, según comunica Beltrán, han disparado sus ventas desde la reciente pandemia del coronavirus. “En este caso son más los adultos quienes lo adquieren para ordenar sus apuntes”, aclara.

¿Qué estuche escojo?

De acuerdo con los tres comerciantes entrevistados por este periódico, las familias gastan de media durante este periodo entre 50 y 70 euros por niño. Una cifra nada despreciable motivada en gran parte por la subida del precio del papel y del plástico, que ha motivado a Villate y a Martínez de San Vicente a subir el importe de sus productos. “Ambos se han incrementado alrededor de un 15% de media, lo que, por consiguiente, ha provocado el aumento de precios por parte de las editoriales”, justifica Villate. En cambio hay otros negocios que, pese a estas adversidades, están dispuestas a hacer un sobreesfuerzo, asumiendo gran parte de estos costes como es el caso de Caype. “Apenas hemos subido los precios y encima estamos haciendo ofertas a los clientes”, explica Beltrán en referencia a los bonos de 20 euros que entrega a los usuarios y que pueden utilizar cuando deseen.

Unas condiciones más convulsas de lo habitual, pero que no muestra pesimismo entre estos establecimientos, sino todo lo contrario. En Arlekin, como puntualiza Martínez de San Vicente, “habrá jaleo hasta el 19 o 20 de septiembre”, al igual que en Caype, que según Beltrán, vaticina “las semanas más potentes del año”. Un constante vaivén de familias con prisas y nervios para tenerlo todo listo y dispuesto de cara al nuevo año escolar.