El camino está marcado desde hace tiempo y el objetivo es claro. Solo hay que seguir la senda para ir poco a poco reduciendo la dependencia que la sociedad y la industria tiene de los combustibles fósiles y qué mejor que hacerlo por una senda rodeada de árboles. Precisamente, esa madera más concretamente es la clave para provocar ese cambio lógico y progresivo que demanda un modelo económico más sostenible y respetuoso con el planeta en el que vivimos. Y un camino donde las herramientas de la digitalización son parte implicada clave en ese proceso de cambio ya que permiten conocer qué impacto tiene la utilización de unos materiales u otros, saber de dónde vienen y hasta ser capaces de ponerlo en valor.

Tablones de madera listos Cedidas

Recurso natural y renovable: la madera de proximidad

En Euskadi tenemos la suerte de contar con este recurso natural en forma de una propiedad forestal cuya apuesta pasar por cuidar y mantener nuestros bosques, además de gestionar toda esa masa forestal que más adelante se usará transformada en la industria. 

Y es que, el empleo de un material sostenible y renovable como es la madera es una alternativa al uso de otros materiales más contaminantes como recuerdan desde BaskEgur, la Asociación de la Madera de Euskadi, y con el que se da vida a opciones tan dispares como el uso del serrín para sustituir espumas de poliuretano, crear botellas de nanozelulosa, el uso del papel karft como sustituto del plástico en la agricultura e incluso la edificación de viviendas de 20 plantas realizadas en madera. En relación a esto último, en Euskadi contamos con empresas punteras de la madera que ofrecen todo tipo de soluciones constructivas de vanguardia y que han logrado, por méritos propios, estar presentes en todo tipo de proyectos referentes repartidos por todo el continente europeo y firmados por profesionales de la arquitectura de prestigio. 

Operario trabajando en la transformación de la madera Cedidas

Beneficios ecosistémicos

Todo esto no es más que la punta de un iceberg que ha puesto de nuevo sobre la mesa la actual revalorización de una materia prima con la que trabajan en Euskadi cerca de 19.000 personas en empresas que suponen el 9,6% de la industria manufacturera vasca y que va a más… sobre todo si tenemos en cuenta que en Europa ya se entiende que una de las bases de la no tan futura economía verde sea la madera. 

No es casualidad, por tanto, que toda la labor que se lleva a cabo en estos espacios naturales que tenemos en Euskadi traiga consigo una serie de beneficios que redundan en la sostenibilidad desde un triple vértice: la parte medioambiental, social y económica se ven favorecidas en este sentido. Algo que no sería posible sin este mosaico natural que tenemos y que no deja de crecer en pro de ese desarrollo de la economía forestal circular que ya es un hecho.