Las propuestas cruzadas y diferencias entre partidos sobre los debates electorales hacen que a un mes de las elecciones no sea posible anticipar si habrá un cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, un debate a tres con Yolanda Díaz o uno de hasta siete fuerzas políticas.
El presidente del Gobierno español abrió la veda el pasado 5 de junio al proponer al líder del PP un cara a cara semanal cada lunes hasta el 23 de julio, un planteamiento que este partido consideró una "excentricidad", aunque Feijóo sí aceptó entonces un formato a dos.
Quince días después, ha llegado la contraoferta formal del PP, a través de una carta del vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons, al secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, lo que deja el siguiente tablero de juego, de difícil encaje:
PP: DEBATE A DOS... O A TRES CON DÍAZ
Feijóo acepta el formato cara a cara, pero con el Gobierno, y pide a los socios de coalición que decidan quién les representa: el presidente Sánchez o la líder de Sumar, Yolanda Díaz. En caso de que ambos actores no lleguen a un consenso, el PP propone un debate a tres.
Junto a esto, el PP "tiene intención de acudir", sin haber desvelado si lo hará Feijóo, a un debate con el resto de fuerzas políticas. Piden la participación de ERC, EH Bildu o el PNV, para no "engañar a los ciudadanos sobre lo que votan en realidad".
MONCLOA NO QUIERE UN DEBATE A TRES
El actual jefe del Ejecutivo pidió el cara a cara con el argumento de que de las elecciones solo pueden salir "dos presidentes posibles: o Sánchez o Feijóo" y en consecuencia, Moncloa ha descartado este martes la opción de un debate a tres que incluya a la ministra de Trabajo.
Insisten en defender el formato a dos, con independencia de que pueda haber debates a cuatro y otros de carácter sectorial, entre ellos uno económico.
En Ferraz, el cuartel general de los socialistas, atribuyen a la preocupación del PP por las "aptitudes de su candidato" la estrategia de "dilación o incluso de cancelación de los debates", como señala Cerdán en una nueva carta al PP, al que atribuye una "imagen huidiza y temerosa".
El PSOE emplaza a que el PP decida "con urgencia" en qué debates quiere participar para acordar las "reglas básicas" para su celebración.
SUMAR SÍ VE CON BUENOS OJOS EL DEBATE A TRES
Quien sí ha recogido rápidamente el guante lanzado por Feijóo ha sido Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz, en la que creen que un formato a tres representa mejor a la España de "hoy" que el cara a cara propio del "viejo bipartidismo".
La candidatura que aglutina a Podemos, sus antiguas confluencias y otros partidos de izquierda, hizo ayer, lunes, su propia propuesta: un debate a cuatro entre los principales candidatos al Gobierno -PP, PSOE, VOX y Sumar- complementado con debates por parejas hasta un total de seis y un debate a siete entre los siete mayores grupos parlamentarios.
LAS OFERTAS DE LOS GRUPOS DE COMUNICACIÓN
Sobre la mesa los partidos tienen varias ofertas de los medios.
El grupo Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Onda Cero) ha ofrecido un cara a cara el 19 de julio y otro debate el 12 de julio con los candidatos de las principales fuerzas políticas.
RTVE propone tres debates: cara a cara Sánchez-Feijoó el 10 de julio; uno a cuatro bandas entre PSOE, PP, Vox y Sumar el 17 de julio, y un debate a siete entre PSOE, PP, Vox, Sumar, ERC, PNV y EH Bildu el 13 de julio.
Telecinco (Mediaset) también ha propuesto un cara a cara, sin fecha concreta, mientras que PRISA (Cadena Ser y El País) trasladó a todos los partidos una propuesta de dos debates: un cara a cara Sánchez-Feijóo y un segundo debate al que se incorporarían Vox y Sumar.
Pero sin un acuerdo a la vista, los debates siguen estando en el aire, un desencuentro habitual en las precampañas desde que en 1993 se produjese el primer duelo televisado entre dos candidatos, Felipe González y José María Aznar.
Tanto es así que los partidos abogan incluso por regularlos por ley. Feijóo y Sumar lo propusieron el lunes y el PSOE plantea desde 2011 que una comisión independiente sustituya la negociación entre partidos. Pasadas las campañas, el galimatías de los debates vuelve a quedarse sin embargo en el cajón.