El Pacto Verde Europeo pretende erigirse como un código de buenas prácticas para garantizar un futuro sostenible y tratar de frenar el cambio climático, como la economía circular, la protección del suelo y la preservación de la biodiversidad como ejes principales de actuación, tal y como promueven desde el Ihobe, la sociedad pública de gestión ambiental del Gobierno Vasco. “En Euskadi contamos con nuestro propio Pacto Verde. Nuestra hoja de ruta para lograr energía asequible, seguridad energética y sostenibilidad”, tal y como asegura el director general de Ihobe, Alexander Boto.

¿Cree que en Euskadi es necesario impulsar una recuperación basada en las políticas europeas derivadas del Pacto Verde?

- No sólo lo creo necesario sino imprescindible. Gracias al Pacto Verde Europeo, Europa va camino de convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050. Desde el inicio de la pandemia, la UE ha mantenido, e incluso redoblado, su apuesta por la transición verde con el plan REPowerEU, que pretende eliminar gradualmente su dependencia de los combustibles fósiles rusos mediante el despliegue acelerado de energías renovables, el ahorro de energía y la diversificación de los suministros energéticos. 

En Euskadi contamos con nuestro propio Pacto Verde. Nuestra hoja de ruta para lograr energía asequible, seguridad energética y sostenibilidad. En este marco, Ihobe trabaja la sostenibilidad ambiental, impulsa la economía circular acompañando a las empresas vascas y lidera la acción en cambio climático principalmente en los municipios. Y estamos demostrando que es posible contar con una economía vasca cada vez más competitiva, reduciendo a la vez nuestras emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en 2050. Buena prueba de esta labor es que Euskadi haya sido seleccionada por la Comisión Europea entre las cinco regiones destacadas por su trayectoria hacia la transición verde.  

“Euskadi haya sido seleccionada por la Comisión Europea entre las cinco regiones destacadas por su trayectoria hacia la transición verde”

¿En qué se materializará ese Pacto Verde elaborado por el Gobierno Vasco?

- Estamos convencidos de que el Pacto Verde de Euskadi -Euskadiko Itun Berdea- transformará nuestra economía, la modernizará y reforzará su competitividad y eficiencia en el uso de los recursos. No estamos, por tanto, ante una apuesta climática o una política ambiental: es un modelo con la industria como motor económico y con la innovación como principal palanca transformadora. Por esta razón, todas las políticas públicas dirigidas a la economía productiva están siendo reforzadas conforme a los criterios definidos en el Pacto Verde de Euskadi -Euskadiko Itun Berdea-. Nos referimos a las iniciativas relacionadas con la tecnología, la innovación, el emprendimiento, la transformación digital, el desarrollo industrial, la energía, la economía circular y la bioeconomía, la agricultura, la pesca y la industria alimentaria. Iniciativas todas ellas encaminadas a cumplir con una misión común: acelerar la reactivación económica asumiendo la transformación digital, energética-climática y sociosanitaria como oportunidad para fortalecer nuestra competitividad e integrar los criterios ambientales en todos los sectores.

La salida de la crisis actual, atravesada por la Guerra de Ucrania y el encarecimiento de las materias primas, combustibles y suministros, parece pasar sí o sí por construir un futuro más sostenible. A la espera de conseguir acuerdos mundiales, ¿qué podemos hacer de forma individual, desde Euskadi, para frenar el cambio climático y el calentamiento global?

Los gobiernos regionales son actores clave en la implementación de soluciones innovadoras y ambiciosas para la adaptación y la resiliencia en sus territorios y así deben participar y contribuir de manera significativa a este proceso global. Entendemos que nuestra forma de abordar la crisis climática con un enfoque integral requiere no sólo reforzar y ampliar el marco normativo, sino que exige un firme compromiso político en materia de financiación y cooperación a todos los niveles y entre todos los actores. Sólo una acción coordinada de determinación política, financiación y colaboración entre los distintos agentes creará las condiciones necesarias para avanzar en los objetivos de neutralidad y resiliencia en nuestro territorio. 

¿Y qué pasos debemos dar para hacer frente a la crisis climática?

- Para hacer frente a la crisis climática, la mitigación y la adaptación deben ir de la mano: hay que reducir drásticamente las emisiones, a la vez que se trabaja urgentemente en la adaptación de nuestros territorios a los impactos del cambio climático que ya estamos sufriendo y que, desgraciadamente, seguiremos sufriendo, incluso en mayor medida, en un futuro próximo. Todo ello debe hacerse de forma justa, teniendo en cuenta a las poblaciones y zonas geográficas más vulnerables y basándose en los principios de corresponsabilidad y cooperación.

“En Euskadi se trabaja urgentemente en la adaptación de nuestros territorios a los impactos del cambio climático que ya estamos sufriendo”

En este sentido, Euskadi está llevando a cabo un proceso de descarbonización de forma coordinada en el que podemos mencionar iniciativas como el ‘Life Urban Klima 2050’, en el que Gobierno Vasco, Diputaciones y entidades municipales trabajan aspectos como la movilidad sostenible y las energías renovables; el proyecto Bideratu, en el que se están analizando posibles escenarios de descarbonización industrial; o la iniciativa ‘Net-Zero Basque Industrial Super Cluster’, en la que el Gobierno Vasco se coordina con los clústeres industriales para descarbonizar su consumo energético.

¿Cree que es la sostenibilidad un valor al alza en términos de competitividad a nivel industrial y empresarial?

Sin duda. Competitividad y sostenibilidad van de la mano. No se entiende una sin la otra. Más de 350 empresas vascas ya están trabajando en economía circular. Europa nos reconoce como referencia de buen hacer en esta materia muy ligada a la desmaterialización, la descarbonización y la competitividad de nuestra industria. Cabe recordar que Euskadi acaba de albergar el ‘Basque Circular Summit’, el mayor evento sobre ecodiseño y economía circular del sur de Europa, que se ha celebrado en el recinto ferial de FICOBA, en Irún.

“Europa nos reconoce como referencia de buen hacer en materia de sostenibilidad, muy ligada a la desmaterialización, la descarbonización y la competitividad de nuestra industria”

En 2021, desde Ihobe, movilizaron más de 70 millones de euros para integrar la política ambiental en los distintos sectores industriales de la CAV. ¿De qué forma las empresas vascas están integrando ya la sostenibilidad en el desarrollo de sus productos y servicios?

La actividad de Ihobe tiene un importante efecto multiplicador ya que, por cada euro de presupuesto invertido en la industria vasca, se movilizan 6 euros en inversión medioambiental. Ihobe moviliza a medio millar de empresas anualmente en la adopción de medidas que faciliten la economía circular, así como en la minimización del cambio climático. De hecho, elaboramos e impulsamos herramientas de conocimiento avanzado, como son la calculadora de carbono, metodologías de ecodiseño y economía circular, guías técnicas de compra verde, ecodiseño, construcción sostenible, etc. Todas ellas facilitan la toma de decisiones.

¿Cuánta inversión prevén captar de los Fondos Next para el tejido industrial y empresarial vasco relacionados con la sostenibilidad?

- La partida global de los Proyectos Next Generation, gestionados por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, asciende a 235 millones de euros. Una partida que pone el foco en el despliegue e integración de energías renovables en toda la sociedad vasca, con iniciativas como el Plan de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible, las inversiones a proyectos singulares locales de energía limpia o las ayudas a la incorporación de almacenamiento en instalaciones de autoconsumo renovable ya existentes. Además de varios proyectos para el impulso de la economía circular, se impulsan planes complementarios en ámbitos tales como la biotecnología aplicada a la salud, la energía y el hidrógeno verde y los materiales avanzados. Otro ámbito de actuación importante es la apuesta por la transformación ambiental y digital del sistema agroalimentario y pesquero. 

Las ayudas europeas se suman a otras impulsadas desde Gobierno Vasco, como las de PYME Circular Euskadi, que, en su primera convocatoria, han beneficiado a un total de 106 pequeñas y medianas empresas.

- Sí, la iniciativa PYME Circular Euskadi ha beneficiado a más de un centenar de empresas y lo ha hecho en cuatro áreas de actuación prioritarias como son las actividades de vigilancia ambiental para identificar retos y oportunidades del mercado, la formación y capacitación de las pymes vascas, la puesta en marcha de proyectos técnicos en colaboración con el Basque Circular HUB y un programa de ayudas para la aplicación de instrumentos de mercado en colaboración con las empresas. En resumen, el apoyo a las pymes es una línea fundamental por parte de nuestro Departamento y desde Ihobe queremos reforzar este programa de apoyo económico y técnico, pues sus resultados redundan en el ahorro de materias primas y un mejor posicionamiento competitivo. Esto es muy importante para la cuenta de resultados de las pequeñas empresas vascas, especialmente en momentos de incertidumbre como el que vivimos.

¿Qué papel cree que debe jugar la innovación en ese horizonte de un futuro más sostenible?

- Fundamental. Un reciente estudio de Innobasque señala que la principal palanca de innovación para las empresas vascas es la transformación ambiental-energética. En este campo podemos afirmar que Euskadi es una referencia europea en ecoinnovación. Por ejemplo, desde el Departamento impulsamos el Programa de Ecoinnovación Circular con resultados muy positivos, como los de la empresa Deydesa, que está impulsando el acondicionamiento de combustibles alternativos para la industria productora de cemento; la empresa Polielastic, que está trabajando para la creación de una red industrial para la economía circular en el sector de caucho industrial; y Tubos Reunidos, que promueve el vertido cero para refractario en siderurgia.

Hemos impulsado más de 200 proyectos industriales en diferentes programas de ecoinnovación y hemos evidenciado que gran cantidad de empresas tienen dificultades con los actuales modelos de negocio. La cultura de abordar la sostenibilidad desde la oportunidad de incrementar el margen bruto del negocio es aún limitada. La apuesta por la durabilidad de productos y equipos aún complica más la ecuación. A mayor durabilidad, menos ventas, lo que requiere una apuesta por la servitización que, a su vez, demanda un cambio radical del modelo de negocio. 

Imagen Basque Ecodesign Center.

Y para acabar hablando de innovación, no podemos olvidarnos del Basque Ecodesign Center. ¿Cuál es su filosofía?

- La alianza público-privada Basque Ecodesign Center desarrolla proyectos innovadores de economía circular, genera conocimiento y lo transfiere al tejido industrial vasco. Esta alianza está integrada por 16 empresas vascas que involucran a 15.000 entidades proveedoras. Las tipologías de proyectos que desarrolla son proyectos individuales de las empresas socias y proyectos colaborativos entre dos o más socios del Basque Ecodesign Center. Para todos los proyectos se trabaja en la introducción sistemática del ‘Life Cycle Thinking’ en la toma de decisiones empresariales y las líneas de trabajo prioritarias están enmarcadas en seis ejes de actuación: instrumentos de transparencia y posicionamiento empresarial, ecodiseño para una economía circular, materias primas secundarias, la descarbonización con enfoque de ciclo de vida, la plena aplicación del principio de contaminación cero (‘zero pollution’) y las finanzas sostenibles. Los proyectos tienen una duración aproximada de tres años y una alta dedicación por empresa participante.

¿Es posible frenar el calentamiento global?


En estos momentos, vivimos en un mundo con 1,1 ºC por encima de las temperaturas preindustriales, advierte el director general de Ihobe, Alexander Boto. “Para evitar el calentamiento global, debemos cumplir los objetivos del Acuerdo de París y limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. Es decir, tenemos que reducir un 45% las emisiones globales de gases de efecto invernadero de aquí a 2030”, detalla.

Todo un reto que en la Cumbre del Clima recién celebrada en Egipto debe concretarse junto “con una serie de temas críticos, como son la descarbonización de la industria, la energía, los alimentos, la adaptación al clima, el papel de la juventud y, probablemente, el aspecto más difícil de todos: la financiación”, sostiene.


Sin duda, se han producido avances en este encuentro, pero los considera “limitados” ante la urgencia climática que tenemos ante nosotros. “Cada vez nos queda menos tiempo para aprovechar la oportunidad que aún tenemos hoy pero, para eso, es necesario mayor consenso y determinación por parte de todos los países para pasar a la acción”, concluye.