En un contexto de presión de costes, reducción de márgenes y desaceleración de las ventas, la tecnología siempre ha sido la gran aliada, y ahora contamos con capacidades y soluciones que tienen más impacto y son más fáciles de escalar que en el pasado.
Así, en industria y consumo estamos abordando nuevos ciclos de optimización, pero lo hacemos con una mirada puesta en el futuro, en la competitividad y la sostenibilidad, no sólo en buscar ahorros a corto plazo que no conlleven ningún valor ni cambio.
No hablamos de automatizar, sino de transformar y de innovar, y ponemos el foco en los tres ejes: el equipo, la cadena de valor y los clientes.
Equipo
Cuando hablamos del equipo, hablamos por supuesto de los profesionales de cada industria, esenciales en el proceso de transformación, a los que dotamos de mejores herramientas: Gemelos digitales que permiten hacer simulaciones, mejorar la planificación y tomar decisiones en tiempo real; Asistentes virtuales que ayudan al equipo técnico en los controles de calidad del proceso de fabricación y otros que ofrecen una guía durante el mantenimiento preventivo; y Simplificación de procesos corporativos complejos, por el nivel de cruce y análisis de datos necesario o por el nivel de interacciones que requieren.
Cadena de valor
Es un eje transversal, que va de extremo a extremo, desde el aprovisionamiento hasta la distribución, porque entre todo ello el impacto de una nueva tecnología es siempre mayor. Hablamos de nuevas formas de trazabilidad en el origen y composición de las materias primas, materiales o componentes, así como en los distintos movimientos; de soluciones avanzadas para la gestión de la logística que reduzcan los costes de aprovisionamiento sin riesgo de roturas de stock; así como de aplicaciones móviles inteligentes que no sólo permiten transacciones, sino que alertan, prescriben, simplifican la interrelación con la red comercial y de distribución al cliente final.
Clientes
Y por último el más importante: los clientes, a los que la innovación y el valor va dirigido de manera prioritaria, para poder conseguir la competitividad a largo plazo. El modelo de customer-centric, lejos de ser un cliché, sigue siendo la prioridad #1.
El modelo customer-centric, lejos de ser un cliché, sigue siendo la prioridad 1
Utilizamos inteligencia artificial, realidad aumentada y otras muchas tecnologías para mejorar la experiencia del usuario durante su proceso de decisión y compra; también la analítica digital, de toda la información consolidada de distintos canales de marketing y ventas, para entender mejor qué valora el cliente y que no, y mejorar el diseño de los nuevos productos; y finalmente el descubrimiento de problemas en el servicio y los productos gracias a un modelo de interacción continua con los clientes, de construcción de una relación de confianza.
Jasone Altuna Palacios
Industry, Consumer and Business Services Director de Ayesa