Talgo afronta el reto de un plan industrial para su futuro
Está previsto que la operación de compra del 29,7% de las acciones se cierre en los próximos días
El anuncio del pasado 14 de febrero de la adquisición por parte del consorcio vasco de un 29,7% del accionariado de Talgo no representa, ni mucho menos, el último episodio en el devenir estratégico del fabricante ferroviario. Si se cumplen los plazos que manejan las instituciones vascas, la operación debería cerrarse de forma definitiva a lo largo de esta semana o la próxima, aunque el acuerdo definitivo debe sometido a la aprobación de los respectivos órganos de gobierno de todas las partes vinculadas al mismo. De hecho, el fondo de inversión Trilantic, que es la parte vendedora, aún no ha hecho oficial el pacto para el traspaso de sus acciones. En cualquier caso, la parte nuclear del futuro de Talgo debe sustanciarse ahora en el aseguramiento de un plan industrial que proporcione seguridad a la ejecución de los pedidos que tiene Talgo, y que alcanzan aproximadamente los 4.000 millones.
El diputado general de Araba, subrayó ayer la importancia de la colaboración público privada para mantener el arraigo laboral de Talgo -toda vez que la sede central regresará a territorio alavés-, y advirtió de que el primer reto al que debe hacer frente la empresa es la activación de un plan de producción que permita a su planta de Rivabellosa dar salida a los pedidos que tiene en cartera. Esta es una petición que también han reiterado en distintas ocasiones los trabajadores del centro alavés, que reclaman una estrategia “a corto y a largo plazo” que garantice el cumplimiento de los encargos, después de que a lo largo del último año se hayan sucedido las negociaciones de distinto signo para la venta del paquete accionarial de Trilantic.
Renfe estudia un aplazamiento de la multa de 116 millones a Talgo para darle un balón de oxígeno
El objetivo es, como recordó González, “mantener la competitividad del territorio”. El caso de Talgo pone de relevancia, a juicio del diputado general, que deben trabajarse día a día elementos de competitividad empresarial, entre los que citó la fiscalidad, la disponibilidad de suelo industrial, los mecanismos de innovación y las nuevas fórmulas de inversión y financiación de proyectos empresariales con capital alavés. En la planta de Rivabellosa trabajan actualmente alrededor de 700 personas, un empleo directo al que hay que añadir otros 5.000 puestos indirectos en la industria auxiliar de Araba. El consorcio vasco está formado por el grupo Sidenor, el fondo Finkatuz del Gobierno vasco y las fundaciones bancarias BBK y Vital. Todos ellos han puesto sobre la mesa 45 millones de euros cada uno, salvo en el caso de la Fundación Vital, que aporta 20 millones.
González también se detuvo en destacar la necesidad de “poner en marcha nuevas políticas de producción, alcanzar acuerdos comerciales, trabajar en integraciones con socios que aumenten la capacidad de producción, activar planes de crecimiento, o generar espacios adicionales de producción”. En este sentido, existe un consenso general en apreciar que a Talgo le faltan infraestructuras para sacar adelante los pedidos que tiene. Dos de los compromisos más importantes que tiene ahora la empresa son con el operador alemán Deutsche Bahn (DB), similar a la Renfe.
El portal digital de información especializada ‘International Railway Journal’ publicó esta semana que DB ha confirmado retrasos en la entrega que el fabricante debía hacer de los trenes Talgo 230, y que el operador alemán piensa destinar para cubrir los servicios de transporte entre Berlín y Amsterdam. Se trata de un pedido que DB hizo a Talgo en febrero de 2019 por 550 millones de euros con la intención de que los trenes estuvieran disponibles en 2023 y redujeran así el tiempo de trayecto en 30 minutos, pero ha debido postergarse por la demora en la entrega y las homologaciones de seguridad. El nuevo plazo de entrega sería a mediados de este año. En cualquier caso, Talgo no ha confirmado en España este extremo. La compañía tiene que hacer frente a una multa de 116 millones por retrasos en entregas a Renfe.
Temas
Más en Economía
-
Consumo abre una investigación por las altas subidas de precios de los VTC tras el apagón
-
Muface firma con Adeslas y Asisa el nuevo concierto sanitario
-
El euríbor registra su mayor caída en 16 años: las hipotecas se abaratarán en hasta 3.000 euros anuales
-
El grupo Mercedes-Benz reduce su beneficio en el primer trimestre un 42,8%