Euskadi es una de las comunidades que suma un mayor déficit en las pensiones contributivas en la última década, con un saldo negativo acumulado de hasta 24.747 millones de euros hasta el cierre de 2022, en pleno debate sobre el acuerdo entre PSOE y PNV que traspasará la gestión de la Seguridad Social al Gobierno vasco en dos años.

En la actualidad, el modelo de pensiones en el Estado se trata de un reparto en el que los cotizantes pagan el subsidio de los jubilados a través de la caja única, independientemente de la comunidad en la que vivan.

Y el acuerdo entre el PSOE y el PNV para la investidura de Pedro Sánchez se compromete a la transferencia de la gestión de la Seguridad Social a Euskadi en un plazo máximo de dos años, lo que ha vuelto a sacar a la luz el debate sobre el déficit contributivo de las comunidades autónomas de la Seguridad Social.

Sin embargo, este traspaso a Euskadi no comprometerá la caja única de la Seguridad Social y las pensiones de los ciudadanos vascos se seguirán pagando con este modelo de solidaridad entre las diferentes comunidades autónomas.

Un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) cree que el sistema de caja única favorece a los nacionalistas vascos dado el fuerte déficit que el susbistema contributivo de la Seguridad Social presenta en Euskadi.  

Los datos de la última década

En cualquier caso, los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones arrojan que Euskadi es una de las comunidades con mayor déficit de la Seguridad Social, ya que acumula un saldo negativo de 24.747,4 millones de euros en la última década.

En concreto, el Ministerio que dirige desde ahora la navarra Elma Saiz proporciona datos de ingresos y gastos de la Seguridad Social por comunidades autónomas desde el ejercicio de 2013.

Según estos datos, Euskadi cerró el año 2022 con un balance negativo de hasta 3.100,3 millones de euros entre los ingresos por las cotizaciones y el gasto por las pensiones, que fue de 3.040,8 millones en el año 2021.

En cuanto a la evolución en la última década del déficit contributivo, destaca que Euskadi tenía un balance negativo de 1.758,3 millones de euros en 2013, que pasó a 1.803,4 millones de euros al cierre de 2014 y aumentó al cierre de 2015 hasta situarse en los 2.076,4 millones de euros.

En 2016, el déficit de Euskadi subió hasta los 2.271,3 millones de euros, mientras que al cierre de 2017 se situó en los 2.337,4 millones de euros. Fue escalando progresivamente en el año 2018 hasta los 2.564 millones y en el año 2019 hasta los 5.677,6 millones de euros.

Y ya en el año 2020, el saldo negativo de Euskadi entre los ingresos por las cotizaciones y el gasto por las pensiones alcanzó los 3.117,4 millones de euros.