España es el estado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el que más habían bajado los ingresos reales de las familias entre el estallido de la crisis de la covid y el tercer trimestre de 2022, que son las últimas cifras comparables disponibles.

Según los datos publicados este miércoles por la OCDE, la renta real por habitante (un indicador en el que se descuentan los impuestos y las cotizaciones y se añaden las ayudas sociales) en el Estado disminuyó un 7,85 % entre el cuarto trimestre de 2019 y el tercero de 2022.

Una caída que contrasta con el avance global del 1,9 % en la OCDE en ese periodo para los países para los que hay estadísticas.

También se registraron retrocesos, pero de menor magnitud, en Portugal (-4,14 %), Reino Unido (-3,94 %), Finlandia (-1,80 %), República Checa (-1,68 %) y Dinamarca (-1,30 %).

En el extremo opuesto, los ingresos reales subieron sobre todo en Polonia (7,16 %), Eslovenia (6,53 %), Australia (4,55 %), Hungría (4,26 %) y Canadá (4,09 %).

Los expertos de la organización vinculan los malos resultados observados en España y Portugal con la "lentitud de la recuperación" del excedente bruto de explotación y del ingreso mixto de las familias desde los primeros días de la pandemia.

El Estado es uno de los pocos miembros de la OCDE en el que todavía no se ha vuelto a alcanzar el nivel de producción previo a la crisis de la covid.

En concreto, entre el último trimestre de 2019 y el tercero de 2022, seguía arrastrando un descenso del 1,94 % de su producto interior bruto (PIB), cuando en el conjunto de la OCDE se había producido una progresión del 2,73 %.