Las tornas han cambiado y lo que hace medio año podría suponer una letra de unos 600 euros para una hipoteca media en Euskadi se puede encarecer con la siguiente actualización en cerca de 200 euros más al mes. Un buen pico menos para pagar la luz, la calefacción, el transporte y los alimentos. Las cuentas ya no le salen a miles de vascos. La situación inquieta, porque si la escalada sigue y el euríbor alcanza su cota máxima de 2008 (5,39%) supondría otro tanto y la letra de una hipoteca media alcanzaría superaría los 1.000 euros.
Según previsiones del Banco de España, si los tipos suben tres puntos más y alcanzasen esos niveles, el 15% de las familias tendrían que destinar más del 40% de sus ingresos para hacer frente a esas cifras.
La culpa la tiene el rally del euríbor, el índice al que aún hoy siguen referenciadas infinidad de hipotecas en Euskadi. Su escalada en unos pocos meses es asombrosa y todo apunta a que irá a más. Entró en positivo en el mes de abril, después de estar en negativo durante años, técnicamente a cero. Durante mucho tiempo, la mayoría de las familias han estado pagando un interés mínimo, equivalente al diferencial aplicado al momento de contratar la hipoteca. Hoy se sitúa en torno al 2,7% y fuentes financieras apuntan que no sería extraño alcanzar el 4% en meses venideros. Por de pronto, el índice de referencia en EEUU está ya en el 6%.
El euríbor, índice de referencia para miles de hipotecas, se sitúa ya en torno al 2,7% y en marzo estaba en negativo
Serán miles las familias que tendrán que rehacer sus cuentas aunque los expertos indican que ya es un poco tarde para ir a negociar con el banco un cambio de tipo de interés con el banco y aferrarnos a un tipo fijo atractivo. A lo largo de este año, las entidades financieras han estado ofreciendo a clientes con vinculación, intereses fijos por debajo del 1,5%.
Ahora, probablemente, las ofertas que hallemos no resulten ni siquiera atractivas para muchos clientes, pero sí se pueden encontrar todavía ofertas en torno al 2,75%, aseguran fuentes financieras. Es cuestión de días, quizá de horas, ya que las entidades financieras están obligadas por ley a mantener las ofertas un mínimo de diez días.
La situación cambia de un día para otro. Y aunque la contratación de hipotecas en Euskadi registró en el último año las mayores cifras de los últimos diez años, no se descarta una ralentización debido a la coyuntura actual. Hay que remontarse a 2011, el año del crack y las ejecuciones hipotecarias, para hallar cifras de mayor contratación. Pero la clave, aseguran los expertos está en el empleo.
En julio de 2008, el euríbor mensual tocó techo ligeramente por encima del 5,39% (5,36% el euríbor anual). Desde entonces, comenzó una desescalada progresiva y duradera. Era el preludio del crack, del batacazo. Y este llegó no solo por el encarecimiento de las hipotecas, que para entonces ya había remitido respecto a 2008 y 2009, sino por la pérdida de empleo que provocó la crisis. Ese es el factor determinante, aseguran los expertos, a la hora de incurrir en impagos que deriven en ejecuciones hipotecarias.
Por esas fechas, las hipotecas a tipo fijo no llegaban ni al 4% y antes del estallido de la burbuja, en 2007, representaban el 1,9%. Hoy, son mayoría. Más de un 70%, según las últimas estadísticas del INE sobre hipotecas constituidas en agosto. Pero la realidad es que aún sigue habiendo miles de familias sujetas al tipo variable.
HACIENDO NÚMEROS
Si hacemos el ejercicio de simulación en la web oficial de la Asociación Hipotecaria Española, vemos que una hipoteca media de 170.000 euros a 25 años, con un euríbor + 0,70, precio de mercado en la actualidad, podría suponer una letra de unos 620 euros hace medio año. Por el contrario, con el euríbor en los niveles de esta semana (2,63%), más un diferencial del 0,70%, la letra se iría casi a 820 euros. Y con el euríbor en máximos del 5,39% alcanzado en julio de 2008, estaríamos hablando de una cuota de 1.033 euros. Cada hogar puede sacar sus cuentas.
El pasado junio se dio a conocer un dato. El salario medio de los vascos se situaba ligeramente por encima de los 32.000 euros brutos anuales, al cierre de 2020. Estaríamos hablando de un sueldo de unos 2.000 euros netos en doce pagas. Con esos ingresos, y siguiendo las recomendaciones para evitar el sobreendeudamiento, podríamos hacer frente precisamente a una hipoteca de 600 euros. Sin pasar del 30% que se recomienda.
La realidad es que aún sigue habiendo miles de familias sujetas al tipo variable
Con una cuota de una hipoteca media recién firmada, y un tipo de interés en torno al 3% o ligeramente superior, tendríamos que tener unos ingresos de unos 2.700 euros al mes en nuestro hogar para encajar bien semejante letra.
Y si en el peor de los casos, el euríbor siguiese subiendo hasta máximos de julio de 2008 y nuestra cuota subiese a los citados 1.033 euros, tendríamos que tener unos ingresos familiares cercanos a los 3.500 euros al mes para que nuestra salud financiera no se viese comprometida. Exigente incluso para dos nóminas.
Como contrapunto a esta situación, el castigo del alza del euríbor no afectará a todos de igual manera, ya que muchas de las hipotecas han sido amortizadas en buena medida.
La subida sí que afectará también a los nuevos contratantes de hipotecas a tipo fijo, puesto que las ofertas de mercado ya no son las que eran hace unos meses. Según el Banco de España, si hace un año el tipo de interés hipotecario medio era del 1,41%, al cierre de septiembre se situó ya un punto por encima: 2,41%, y subiendo.