La entrevista fue concertada antes del verano para la semana de presentación de los Presupuestos del Gobierno vasco. La actualidad manda y se cuelan dos cuestiones de calado. Primero la compra del 6% de ITP por parte del Ejecutivo, que de hecho retrasa la cita unos minutos mientras se comunica la operación. Pero si hay un tema que cambia el paso del encuentro es el reparto de los fondos europeos. Siguen llegando con cuentagotas a Euskadi y además la estrategia de impulso a las grandes transiciones de la economía por parte de Europa necesita un ajuste con la realidad de las empresas vascas. Por ello, el consejero de Economía y Hacienda reclama de nuevo la participación de las compañías y el Ejecutivo de Euskadi en el diseño y reparto de los recursos para evitar la “catástrofe” de perder recursos y reorientar la economía.
¿Hay riesgo real de crisis o nos quedaremos en una ralentización? El BBVA prevé un crecimiento del 0,3%, muy lejos del 2,1% del Gobierno vasco y cerca de números rojos.
Respeto todas las previsiones, pero en relación a la economía vasca, en el Gobierno tenemos, con nuestros instrumentos y nuestra información, previsiones más fundadas que las que pueda hacer BBVA. Es una entidad muy importante, pero tenemos mucha más capacidad a efectos de conocer la realidad vasca. Es verdad que los organismos internacionales están rebajando las previsiones, no somos una isla, estamos afectados por el mercado europeo. Sin embargo, mantenemos nuestras previsiones de crecimiento. Podría ocurrir que encadenásemos dos trimestres con crecimiento negativo, una recesión técnica. Estamos convencidos que, con los fundamentos económicos que tenemos, saldríamos de esa situación rápidamente. A una recesión que puede ser mínima y temporal no hay que darle una importancia desmedida. El pesimismo no nos conduce a nada.
Es la cruz de la globalización: añade crecimiento potencial y a la vez contamina con aspectos ajenos.
Sí, de hecho, avanzamos hacia un récord de exportaciones. Nuestra economía es pequeña, muy abierta y está funcionando el comercio exterior. Está aumentando en tasas muy superiores a la inflación, lo que implica que las ventas están creciendo de forma considerable. Eso quiere decir que nuestra economía es dinámica, abierta y competitiva.
“Podría llegar una recesión técnica, pero con los fundamentos que tenemos saldríamos rápidamente”
Además, acaban de presentar unos Presupuestos que consideran un escudo para hacer frente a las curvas que llegan.
Están muy centrados en la protección social y el impulso de la economía porque son las competencias que tenemos en el Gobierno. Y en esta ocasión hay muchas actuaciones orientadas a paliar los efectos que la situación económica y la inflación están generando en las familias más vulnerables. Sin olvidar los estímulos de la economía.
¿Habrá que elevar el listón de la deuda el próximo año?
Nos preocupamos demasiado por la deuda del Gobierno vasco. No digo que no nos preocupemos, pero la deuda de Euskadi es un problema relativamente menos importante que el de otras administraciones. El año pasado teníamos un déficit presupuestado del 0,9% y este año será del 0,6%, pero necesitamos recursos adicionales, al margen de la recaudación, para hacer frente a todas las políticas que hemos diseñado. Y lo hacemos con tranquilidad, porque el pago de intereses en el conjunto del presupuesto es en torno al 1,3%, que es una factura muy baja si se compara con las de otras administraciones. Y tendremos a finales de año una deuda en relación al PIB del 13%, la más baja del Estado. No tenemos un problema de deuda que nos obligue a recortar políticas. Creemos que hacer un esfuerzo en estos momentos con la deuda, que es decreciente en relación al año pasado, es importante para hacer frente a compromisos en 2023.
¿Hay margen para seguir manteniendo la política de abaratamiento del transporte público?
En su momento, decidimos ampliar al 50% las ayudas del Estado, que eran inicialmente del 30%, hasta el 31 de diciembre. ¿Qué se va a hacer a partir del 1 de enero? Sinceramente no lo sé, pero tampoco me corresponde esa responsabilidad. Puedo compartir o no la decisión que se tome en la Autoridad Vasca del Transporte por los responsables en la materia y hablando con ayuntamientos y diputaciones, que también tienen competencias. A partir de ahí, al consejero de Economía y Hacienda le corresponde conseguir la financiación y habilitar los créditos. A priori no me niego a que se lleve adelante esa política.
“No tenemos un problema de deuda y hacer ahora un esfuerzo es importante para hacer frente a compromisos”
Las diputaciones forales van a cerrar el año con otro récord de recaudación, ¿en qué medida está condicionado por el IVA y el repunte de la inflación?
Evidentemente, la inflación tiene un efecto positivo en la recaudación a través del IVA. Pero el empleo ha continuado creciendo, los salarios están aumentando y eso hace que el IRPF también tenga un buen comportamiento. Las sociedades están teniendo unos resultados positivos. En definitiva, toda la economía está participando en el récord.
Superando las previsiones.
Las previsiones para este 2022 apuntan a un crecimiento del 7,2% de la recaudación. Como somos siempre conservadores a la hora de calcular las previsionesen, habíamos calculado un crecimiento menor y vamos a cerrar el año bastante por encima. Y sobre ese incremento del 7,2% calculamos un repunte del 5,2% para el próximo año, que creemos que es una cifra razonable porque es el crecimiento nominal de la economía que estimamos.
Por debajo de las aportaciones de las diputaciones.
Las aportaciones de las diputaciones crecerán un 3%, que no es crecimiento récord, sino muy razonable. Se observa ya la ralentización en los ingresos que se derivan de la actividad económica. Un euro más es récord. Lo que sería preocupante es que un año se recaudara menos que el anterior. Pero si la economía va a tener impulso, se va a crear empleo, los salarios van a tener subidas, el consumo se va a mantener en niveles razonables, no es descabellado pensar que vamos a crecer en los términos que hemos planteado.
¿Pero por qué las aportaciones de las diputaciones serán menores que la subida de la recaudación?
Entran diversos factores. Entra por ejemplo la liquidación del Cupo en mayo, que será mayor de lo inicialmente calculado porque la recaudación de los tributos concertados también ha ido muy bien en el Estado. También están los ajustes internos. Las aportaciones reales tampoco van a crecer tanto. Hay que quitarse de la cabeza la idea de que tenemos recursos excesivos. Hay recursos propios, que con el 0,6% de déficit que hemos pactado con Madrid nos permiten hacer los Presupuestos.
Y también hay fondos europeos.
Por primera vez, en 2023 vamos a consignar una partida de 260 millones de euros de los fondos europeos. Cuando hicimos el presupuesto de este año no teníamos datos ciertos para poder disponer de esos recursos. Los hemos ido incorporando a medida que iban llegando.
“Que cuenten con nosotros en la definición de los fondos de la UE y la intermediación con las empresas”
Son unos fondos de los que se llevan hablando años, pero que ahora entran en Presupuestos.
Aunque los hemos ido incorporando, no podíamos incluirlos en el Proyecto de Presupuestos sin garantías de que iban a llegar. Este próximo año entendemos que podremos destinar 260 millones. Si vienen más fondos, los iremos incorporando. La cuantía y el destino se pactan en las conferencias sectoriales
Ese dinero extra que llega de Europa, comparado con el total del presupuesto no parece de gran ayuda.
Cualquier ayuda es buena. Nos hubiera gustado tener más dinero europeo. Además condicionado a los proyectos que nosotros queremos, no tanto a lo que ellos quieran. Con más libertad de actuación, para responder a los objetivos europeos de transición energética, digital y demográfica. Estamos de acuerdo en todo eso, pero queríamos tener un margen de maniobra adicional. En todo caso, son fondos importantes y hay que gestionarlos muy bien.
¿Están tardando en llegar?
El ritmo no nos gusta. Nos hubiese gustado tener más fondos. Pero es cierto que también tenemos bastante tiempo para ejecutarlo, hasta 2026 y vamos a hacerlo bien. Puede haber dinero que no se pueda utilizar, porque sea una actuación que hayamos hecho ya, o porque no sea posible hacerlo. Que nos deje Europa, y en este caso, el señor Sánchez, que reordenemos estos recursos hacía la misma finalidad de las transiciones, pero que podamos ejecutarlos. Que no tengamos que devolverlos porque me dicen que haga algo que no puedo, que no debo o que ya lo he hecho.
El PERTE del Vehículo Electrico se ha ampliado.
Sí, se ha ampliado. Son más de 2.800 millones, pero lo que se ha adjudicado no llega a 900 millones.
Al sector vasco del automóvil le vendía muy bien que se asigne más dinero a este PERTE, el del vehículo eléctrico y conectado. Aparte de las grandes empresas tenemos en Euskadi una gran industria auxiliar del automóvil que está a la espera. Que cuenten con nosotros como cómplices en la definición e intermediarios con las empresas vascas. El reparto de los fondos puede ser una catástrofe si no se cuenta con este Gobierno y las empresas vascas. ¿Los PERTE regionales que planteó garantizaban el encaje de estas demandas?
Exacto. Es una propuesta que no ha tenido mucho éxito. Es verdad que ahora hay una serie de planes que hemos mandado al Gobierno de España, en los que colaboramos también con otras comunidades. Esperamos obtener recursos por esa vía. Estamos trabajando intensamente Es importante pelear las convocatorias para conseguir cuantos más recursos mejor, porque las empresas de Euskadi están bien posicionadas para las tres transiciones.