“Esta huelga resulta especialmente incomprensible y dañina para los intereses de la planta de Vitoria”. La dirección de la factoría gasteiztarra de Mercedes-Benz se pronunció así ayer en un comunicado interno a la plantilla, la víspera de la primera de las jornadas de huelga previstas en el doble calendario de movilizaciones que maneja el comité ante la falta de avances en la negociación del convenio.

Los en torno a 5.000 trabajadores de la fábrica de Vitoria están llamados hoy a secundar una jornada de paro por UGT y CCOO, por una parte, y por ELA, LAB y ESK, por otra. Los cinco sindicatos coincidirán en una de las movilizaciones convocadas para hoy, según fuentes de ELA citadas por Europa Press, una manifestación que partirá a las 11.00 horas del acceso de la calle Las Arenas. El resto de la agenda del día se desarrollará por separado. UGT y CCOO han convocado una concentración por la tarde en la plaza de Correos, a las 18.30 horas, mientras que a esa misma hora ELA, LAB y ESK –que se concentrarán a las 10.30 horas en el acceso a la planta, previamente a la marcha de las 11.00– llaman a una concentración/manifestación en la Virgen Blanca.

El proceso negociador del convenio de Mercedes entra ahora en una fase de conflictividad durante la cual la negociación se mantendrá en pausa, tras la última reunión celebrada el pasado viernes. En principio, este calendario de movilizaciones concluye el próximo 1 de julio.

Convenio e inversiones

La empresa consideró en su comunicación de ayer “totalmente incoherente” que, tras haber planteado un plan de inversiones de 1.200 millones de euros al que opta la planta de Vitoria “condicionado a alcanzar un acuerdo satisfactorio del convenio colectivo”, la respuesta del comité de empresa al ofrecimiento de inversiones por la gerencia en Alemania “es la organización de un calendario de huelgas”.

Esta es la primera vez que la dirección explicita el condicionamiento de la inversión a la firma del convenio. La semana pasada, con motivo de la firma del Memorándum de Entendimiento con el Gobierno Vasco y la Diputación alavesa, el director de la fábrica de Vitoria, Emilio Titos, eludió hacer esta vinculación de forma explícita a preguntas de los periodistas. “Necesitamos certezas en cuanto a cómo vamos a gestionar nuestra fábrica y necesitamos un convenio que nos acompañe”, advirtió el director de la factoría entonces, añadiendo que la planta quiere aspirar a los nuevos modelos eléctricos tanto privados como comerciales de la firma alemana y para eso “tenemos que presentar una oferta competitiva”.

“Los argumentos utilizados por los convocantes solo es posible interpretarlos como una estrategia para intentar boicotear el proceso de negociación por medio de la creación de situaciones de tensión entre trabajadores que, de ninguna manera, pueden contribuir a la consecución de un esperado acuerdo para el nuevo convenio colectivo”, acusó ayer la dirección en su comunicación interna.

Suministros desviados a otras fábricas

La empresa considera que esta huelga resulta “especialmente incomprensible y dañina” para los intereses de la planta de Vitoria, dado que el suministro previsto en semiconductores para la producción de este y posteriores días de huelga será derivada a otras fábricas. “Gracias a nosotros sí podrán mantener su flujo productivo”, apunta.

Mercedes-Benz asegura que, como es habitual, mantendrá todas las instalaciones en funcionamiento permitiendo que todos los que deseen trabajar “puedan hacerlo con normalidad”. Además, añade que se ha adoptado la “decisión extraordinaria” de permitir que los trabajadores que dispongan de saldos en sus cuentas, puedan “compensar los mismos con días de disfrute y/vacaciones, de mutuo acuerdo con sus superiores jerárquicos”. “No estando permitido, por el contrario, llegar a acuerdos específicos para realizar trabajo móvil durante los días de huelga”, apunta.