- La invasión rusa de Ucrania, de la que se cumplen cien días, está provocando un terremoto en el mundo energético que afecta principalmente a Europa, donde Rusia es el principal exportador de petróleo y gas, a lo que se ha sumado el elevado precio de la electricidad.

Además, los precios, que ya arrastraban altos niveles antes de la invasión, se han visto afectados por las sanciones que la Unión Europea ha impuesto a Rusia, como el reciente embargo al petróleo ruso que llega por vía marítima, a lo que se suma la intención del bloque comunitario de reducir gradualmente su dependencia energética de Moscú. En este sentido, una de las materias primas que más ha notado la guerra en Ucrania ha sido el petróleo, concretamente el Brent, el de referencia en Europa, cuyo precio ha subido más de un 21 % desde el 23 de febrero, un día antes de que Rusia invadiera Ucrania, hasta ahora.

El precio del barril cerró este jueves a 117,54 dólares, habiendo llegado a superar la barrera de 120 dólares en las últimas semanas, frente a los cerca de 97 que marcaba antes de la guerra, casi 20 dólares menos. En las últimas semanas, el precio de esta materia prima ha mantenido una tendencia alcista ante la posibilidad de que la UE vetara el crudo ruso, como finalmente ha hecho, y los efectos que esta decisión pudiera tener en la oferta ante una creciente demanda global tras la pandemia. Pese a ello, y aunque el veto de la UE afectará de forma efectiva al 90 % de las importaciones rusas al Viejo Continente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), junto con un grupo de productores aliados, entre ellos Rusia, ha decidido aumentar el bombeo de crudo previsto de cara al verano en un intento por rebajar los precios.

Por otro lado, el alza del petróleo está teniendo un efecto directo en el precio que pagan los consumidores a la hora de repostar sus vehículos con gasolina o gasóleo, dos carburantes que llevan semanas en máximos históricos pese a las ayudas aprobadas por gran parte de los gobiernos europeos. Así, según los datos del último Boletín Petrolero de la UE, la gasolina alcanza un precio medio en el continente de 2,01 euros por litro, mientras que el gasóleo se paga a 1,856 euros, un 18 % y un 17% más, respectivamente.

Esta situación ha obligado a los diferentes gobiernos a tomar medidas económicas para paliar el efecto que este incremento de los precios está teniendo en el bolsillo de los consumidores, como es el caso del Ejecutivo español. En este sentido, el Gobierno aprobó hace unos meses un descuento de 20 céntimos por litro para todos los consumidores que en un principio iba a estar vigente únicamente hasta el 30 de junio, pero que ha decidido prorrogar otros tres meses.

La otra materia prima de la que Rusia es uno de los mayores exportadores a nivel mundial, y de la que dependen gran parte de los países europeos, es el gas natural, un suministro que la UE no se plantea de momento incluir en sus sanciones. Así, pese a que países como España tienen una dependencia muy limitada del gas natural ruso, que representa menos del 10 % del consumo nacional, otros como Alemania o República Checa tendrían muchos problemas a lo hora de sustituirlo en un corto periodo de tiempo. Sin embargo, el gigante gasístico Gazprom, propiedad del Kremlin, ya ha empezado a cortar en las últimas semanas el suministro de gas a Polonia, Finlandia y Bulgaria al negarse estos a pagarlo en rublos. Por ello, desde que comenzó la guerra, Europa y sus miembros están buscando nuevos socios comerciales en compra de gas, como Catar, Estados Unidos, Azerbaiyán o Argelia. l

l También en subida. La incertidumbre en el suministro de gas y el incremento de su precio está provocando un efecto colateral en los mercados mayoristas de la electricidad de todo el continente. Así, la electricidad lleva al alza desde finales del verano anterior, debido al encarecimiento del gas natural. Esta situación ha llevado a España y a Portugal a aprobar un mecanismo que limitará el precio del gas natural empleado para la generación eléctrica, una medida que empezará a funcionar previsiblemente en el mes de junio y rebajará la factura de la luz cerca de un 20%.