El derecho a la huelga o a la negociación colectiva de condiciones laborales por parte de los trabajadores, recogidos en el Estado español en su Constitución, siguen siendo un privilegio para los empleados en gran parte del mundo, que seguirán reivindicando avances en este próximo Primero de Mayo.
El Día Internacional de los Trabajadores, que se celebra en la mayoría de los países del mundo el próximo domingo 1 de mayo, es una jornada que conmemora el movimiento obrero mundial y que es utilizada para reivindicar mejoras sociales y laborales para los trabajadores.
Una guía, elaborada por la Confederación Sindical Internacional (ITUC, en sus siglas en inglés), clasifica 149 países en función del grado de respeto de los derechos de los trabajadores y muestra que en muchos países los asalariados apenas tienen derechos e, incluso, ponen en peligro sus vidas.
Este 'Índice Global de los Derechos 2021' tiene en cuenta los ataques al derecho a la huelga, a fundar un sindicato y afiliarse al mismo, los arrestos arbitrarios y los atentados contra la libertad de expresión y de reunión, entre otras violaciones de los derechos de los trabajadores.
El documento muestra que el 87% de los países han violado el derecho a la huelga y, entre ellos, destaca a Bielorrusia, Indonesia, Filipinas y Myanmar.
Asimismo, en el 79 % de los países se han registrado atentados contra el derecho a la negociación colectiva, como Bielorrusia, Brasil, Honduras, Hungría y Hong Kong, desmantelando "este principio clave de la democracia en el lugar de trabajo".
El 74 % de los países han privado a los trabajadores del derecho a fundar un sindicato o afiliarse al mismo y, en concreto, en 32 de los 149 países la legislación prohibía este derecho concretamente a los empleados inmigrantes.
Los países que atentan contra la libertad de expresión y reunión aumentó de los 56 de 2020 a los 64 de 2021, con casos extremos como los de Hong Kong y Myanmar, que también protagonizaron el mayor número de detenciones de líderes sindicales.
Por otro lado, Brasil, Colombia, Guatemala, Myanmar, Nigeria y Filipinas son los países en los que asesinaron a más personas por el hecho de ser sindicalistas en 2021, lo que sitúa a Sudamérica como la peor región en este punto y a Colombia, con 22 sindicalistas asesinados, como el país más represivo.
El índice cataloga a los países en seis niveles, desde aquellos que "violan esporádicamente" los derechos de los trabajadores hasta los que no los garantizan en absoluto porque se ha desintegrado el Estado de Derecho.
Con todo, esta clasificación situó como los diez peores países para los trabajadores en 2021 a Bangladés, Bielorrusia, Brasil, Colombia, Egipto, Honduras, Myanmar, Filipinas, Turquía y Zimbabue.
MÁS ATAQUES A LA PRIVACIDAD DE LOS TRABAJADORES
Pero este informe no sólo cita la situación de los países, también expone cómo la vigilancia de las empresas a los trabajadores y sus ataques a su derecho a la privacidad están en aumento con la revelación de prácticas de vigilancia realizadas por Amazon, Facebook o Google.
La secretaria general de la ITUC, Sharan Burrow, considera necesario un nuevo contrato social con empleos, derechos, protección social, igualdad e inclusión para "reconstruir la confianza que ha sido erosionada por gobiernos represivos y empresas abusivas". A pesar de avances legislativos positivos "aún queda mucho por hacer", añade Burrow.
"En diferentes zonas del planeta aún hoy sigue siendo una quimera que los trabajadores puedan formar y afiliarse a un sindicato sin tener que enfrentarse sistemáticamente a amenazas por parte de los empleadores y de los gobiernos", explica la vicesecretaria de UGT y miembro de la directiva de ITUC, Cristina Antoñanzas.
De cara a 2022, "los trabajadores y trabajadoras debemos seguir luchando para conseguir nuestros objetivos históricos", asegura Antoñanzas en declaraciones a Efe, así como para enfrentar nuevos desafíos como los derivados de la guerra de Ucrania y "los problemas de persecuciones a la actividad sindical y la violación de derechos humanos básicos".
Para el Ministerio de Trabajo, "existe una tendencia de ampliación de los derechos laborales en el mundo. (...) Esto es, por supuesto, una buena noticia, pero es necesario entender que se trata de una tendencia frágil y no de una predisposición natural".
En declaraciones a Efe, el departamento que lidera Yolanda Díaz advierte además de la amenaza que supone para los derechos laborales el ascenso de algunas fuerzas de extrema derecha.
Por ello, aseguran que seguirán empujando "para recuperar, ampliar y consolidar derechos para los trabajadores (...) caminando hacia un futuro donde podamos trabajar en buenas condiciones para vivir y no vivir para trabajar".