Supermercados, fabricantes de alimentos, hosteleros, partidos políticos y sindicatos apremiaron ayer al Gobierno a actuar cuanto antes para desactivar el paro de transportistas ante los problemas de abastecimiento que ya se empiezan a producir tras diez días de protestas. Ante esta creciente presión, el Ejecutivo ha adelantado un día su reunión con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y se muestra seguro de llegará a un acuerdo en su encuentro de hoy.
Sin embargo, la entidad que convoca el paro es la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte Nacional e Internacional, que agrupa a conductores autónomos y pymes, y éstos no están llamados a la mesa y no se sienten representados por el CNTC. "No daremos por bueno ningún acuerdo que no sea tomado directamente con nosotros (...). Siguen sentándose a negociar con interlocutores que no consideramos válidos", advirtió el presidente de la plataforma, Manuel Hernández, que ayer mismo convocó una manifestación a pie para mañana en Madrid con el objetivo de que el Ejecutivo "visualice a las miles de familias" afectadas.
De momento, empresas como la conservera Calvo, Azucarera, la galletera Cuétara, Danone o la cooperativa Dcoop (aceite y leche) han tenido que interrumpir sus procesos de fabricación e incluso han cerrado temporalmente sus plantas por la "falta de suministro", y firmas como Estrella Galicia o Heineken advirtieron de que deberán hacerlo próximamente.
Además, los responsables de Pastas Gallo subrayaron que ya ven "riesgo real de desabastecimiento a corto plazo" de este producto si el paro persiste, y el grupo gallego Leite Río reveló que sus almacenes están cada vez más saturados al no poder enviar leche envasada a los puntos de venta. "La situación es insostenible", destacó el director general de la patronal Aecoc -que agrupa a distribuidores y fabricantes-, José María Bonmatí, quien reclamó al Ejecutivo "una solución como sea" para acabar con un paro que sólo a los supermercados les supone pérdidas de 130 millones de euros al día, según los cálculos del sector.
La cadena agroalimentaria en su conjunto habla ya de un "problema de Estado" que ya genera más tensiones en su red que en los peores momentos de la pandemia, y alertó de que incluso si se desconvocan las movilizaciones se tardarán días en volver a la normalidad.
Respecto al encuentro de hoy que mantendrá el Gobierno con asociaciones de transportistas, Bonmatí lamentó que no se sienten a la mesa ni quienes están "pagando la factura" ni quienes convocan los paros. A las voces críticas con el Ejecutivo se sumó ayer el secretario general de CCOO, Unai Sordo, quien consideró que el Gobierno debería haber actuado ya para tratar de detener el paro generado por los transportistas ante la subida de los precios de los carburantes.
"El Gobierno tiene que ser consciente de que una parte del descontento generado en algunos de los sectores más impactados por los precios de energéticos y de los hidrocarburos habría requerido de algún movimiento previo por parte del propio Gobierno", subrayó.
Los reproches se sucedieron igualmente en la sesión de control celebrada ayer en el Congreso de los Diputados, donde el PP instó al Ejecutivo a bajar los impuestos y dar ayudas directas al sector del transporte ante una situación "dramática", Vox acusó a los socialistas de no escuchar a la calle y Ciudadanos contrapuso las medidas ya adoptadas por otros países europeos con la "inacción" de España.
Del lado del Gobierno, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, aseguró que "la mayoría" de los transportistas estaba trabajando, mientras que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, descartó que la solución a la subida de los precios de la energía pase por medidas como bajar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el IVA.
Seguirá amarrada. La flota vasca de bajura permanecerá parada hasta el próximo lunes debido a la situación generada por la huelga del transporte, ya que no tienen garantizada la distribución de sus capturas. La secretaria de la Federación Cofradías Pescadores de Gipuzkoa, Miren Garmendia, confirmó ayer que, tras la reunión que mantuvieron de forma telemática los pescadores del Cantábrico, concretamente los responsables de las cofradías de Galicia, Asturias y Euskadi, se ha decidido prolongar el paro hasta el próximo lunes. Así, permanecerá amarrada en los puertos y volverá a reunirse el lunes para abordar una decisión sobre la reanudación de la pesca. Los arrantzales vascos de Gipuzkoa y Bizkaia se sumaron el martes de la pasada semana al resto de pescadores del Cantábrico en su decisión de no salir a faenar, al no tener garantizada la distribución de su producto.