Un numeroso grupo de trabajadores de la empresa Fundiciones Inyectadas Alavesas, Fiasa, ubicada en Nanclares de la Oca, en el polígono de Subillabide, se concentraron ayer a la entrada de la empresa para denunciar un caso de abuso y acoso sexual a una trabajadora sin que la empresa, afirmaron, haya tomado medidas; un extremo que la empresa negó al trascender el caso, asegurando que ofreció a la trabajadora activar el protocolo de intervención de la empresa para estos casos, aunque ella “renunció”.
Un portavoz del comité de empresa recordó ayer el relato de los hechos de este caso y aseguró: “Nosotros solo queremos que se elabore un plan contra el abuso y el acoso sexual y que se asuman las responsabilidades: la empresa por ocultar la información y el implicado que sea procesado”. A la espera de una respuesta, los trabajadores han realizado pitadas durante varios días a la entrada de los turnos y ayer se celebró la concentración a las puertas de la fábrica. La semana que viene confían en que la empresa dé una repuesta y también esperan saber si se tratará esta situación como un delito penal.