oplan vientos de cambio en el mundo de la energía y Euskadi sigue dando pasos al frente en ámbitos emergentes como la eólica offshore. Por medio de la tecnología SATH, que consiste en una plataforma marina con un único amarre que se mueve en la dirección del viento, la costa vasca acogerá este año 2022 un proyecto pionero para instalar un aerogenerador flotante, que será el primero de estas características en el Estado español en estar conectado a la red eléctrica.
En la construcción de la estructura se trabaja desde hace meses en el Puerto de Bilbao, en un proyecto, DemoSATH, que pilotan entre otras la ingeniería vizcaina Saitec y que cuenta con el apoyo del Gobierno vasco y de fondos europeos. También participan las empresas RWE Renewables y la constructora Ferrovial. Las obras avanzan a buen ritmo y se mantiene la previsión de que la plataforma pueda estar instalada en aguas de Armintza, en la zona de pruebas de Bimep, este mismo 2022.
El último paso de esta fase de construcción de la estructura flotante ha consistido en poner en pie las enormes dovelas (tres piezas en cada lado) que forman los dos flotadores, para lo que han sido necesarias dos grúas de gran altura y con capacidad para 500 toneladas.
Todo el proceso se lleva a cabo en las instalaciones del Puerto de Bilbao y solo esta primera fase de montaje de la plataforma flotante da trabajo a unas 60 personas. Hay que tener en cuenta que la base flotante tendrá unas dimensiones de 30 metros de ancho y 64 metros de largo, a pesar de que vista en la imagen superior y en perspectiva, en comparación con el aerogenerador, pueda parecer pequeña.
A partir de ahora se inicia un nuevo capítulo en el que se ensamblarán las piezas y se completará la plataforma. Más adelante se procederá a la instalación de la torre y el aerogenerador. En concreto el prototipo está dotado de una turbina de 2 MW que se ensamblará en el propio puerto.
El proyecto se apoya en la innovadora tecnología SATH (Swinging Around Twin Hull), que consiste en una barcaza de doble casco, con dos flotadores cilíndricos de hormigón a los lados. Tiene un único punto de fondeo, lo que le permite alinearse con la dirección del viento para aprovechar al máximo la energía eólica en cada momento.
La idea de la barcaza flotante está pensada para las aguas en las que la profundidad no permite la instalación de aerogeneradores marinos con base fija. Una solución que se adapta bien al Cantábrico, que alcanza profundidades muy importantes a pocos metros de la costa. Esto impide la colocación de aerogeneradores directamente sobre la base del suelo marino como se hace en el norte de Europa, a lo que el sistema SATH ofrece una buena alternativa. En concreto, la plataforma que se está gestando en el Puerto de Bilbao se colocará a dos millas náuticas (algo menos de cuatro kilómetros) de la costa de Armintza donde el mar alcanza una profundidad de 85 metros.
De esta forma Euskadi contará con un sistema de producción eólica pionero, y de hecho este será el primer aerogenerador flotante que se conectará a la red eléctrica en el Estado español. Tendrá un potencial para suministrar energía a cerca de 2.000 hogares ahorrando la emisión de 5.000 toneladas de CO2, según las previsiones que acompañan al proyecto, aunque su verdadero sentido es la obtención de datos para comprobar la viabilidad y alcance real de una instalación como esta que, por su tamaño, tiene también unos importantes costes asociados a su fabricación y montaje.
El sector de la energía vive su propia transición verde dentro de los objetivos globales que se han marcado gobiernos e instituciones para reducir las emisiones contaminantes. Y ahí la eólica marina está ganando peso en los últimos años. Hay un compromiso europeo además para seguir impulsando esta fuente energética en sus diversas formas, pero en concreto además los aerogeneradores flotantes, muy minoritarios en Europa, cuentan con una gran posibilidad de expansión.
"La eólica marina debe ser estratégica en Euskadi", señalaba en una entrevista con este periódico Luis González-Pinto, de Saitec, cuando se presentaron las líneas maestras de DemoSATH a mediados de 2020. Los expertos estiman que el desarrollo de energías tanto solar como eólica va a ser una de las grandes palancas económicas en las próximas décadas.
El papel de liderazgo de ingenierías vascas como Saitec en este proyecto es una exponente del efecto tractor que tiene el desarrollo de nuevas fuentes de energía limpia sobre el tejido económico local. La empresa con sede en Leioa, como otras ingenierías vascas, está haciendo una apuesta por inclinarse hacia proyectos ligados al sector de la energía verde, que permiten además impulsar tecnologías innovadoras de la mano de las administraciones públicas.
Junto a DemoSATH hay que destacar también la gestación en Euskadi del proyecto de eólica offshore Flow, que impulsan las empresas del Puerto de Bilbao así como un consorcio de compañías, muchas de ellas vascas, asociadas al sector de la energía eólica marina. El objetivo en este caso es desarrollar una plataforma también para colocar un aerogenerador flotante pero con un sistema de anclaje distinto al que va asociado a la tecnología SATH.
1. Único punto de amarre de la estructura flotante, que permite alinearla en función de la dirección del viento.
2. Pieza de transición donde se instala la base del aerogenerador.
3. Estructura flotante. Las dimensiones de la plataforma son de 30x64 metros.
4. Cascos horizontales, cuya construcción avanza en el Puerto de Bilbao.
5. Plato flotante.
6. Partes en forma de cono en las que terminan los cascos.
La tecnología SATH consiste en una plataforma flotante con un punto de amarre que permite el movimiento según la dirección del viento
Es una alternativa para costas con gran profundidad en las que no se puede anclar el aerogenerador sobre el suelo marino