- Maite Lorenzo también dejó una gran empresa para establecerse por su cuenta. Esta arquitecta emprendedora no dudó en elegir los equipos líquidos como fórmula de funcionamiento porque “un proyecto no siempre se desarrolla de la misma manera y para cada uno puedes necesitar diferentes profesionales”, afirma.
En arquitectura esta solución se revela muy válida e imprime eficacia al trabajo. “No hay varios jefes a los que rendir cuentas, sino un solo cliente y por eso se enfoca más nuestro trabajo”, explica aunque tampoco niega que este sistema entraña cierta dificultad al “no ser personas de la empresa”.
Lorenzo se considera “directora de orquesta del proyecto” y apunta a una comunicación muy fluida y una concreción estricta del trabajo como factores clave para tener éxito, unido a cierta “mano izquierda” para conseguir las “relaciones saludables” que afirma tener con estos equipos.
Maite Lorenzo ya tenía cierta experiencia anterior, puesto que hace años comenzó a adquirir conocimientos en la gestión de equipos profesionales y de proyectos integrados que en esta ocasión le ha sido muy valiosa para trabajar con un método que le ha aportado “mucha confianza”.