- Los precios aceleraron en julio la tendencia alcista de los últimos meses al repuntar un 2,9% en comparación con el mismo mes de 2020, el mayor incremento desde febrero de 2017, que vino impulsado por el encarecimiento de los alojamientos y los alimentos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer el dato adelantado del índice de precios de consumo (IPC), una subida anual del 2,9 %, dos décimas superior a la de junio (2,7%) y mayo (2,7%).
Los precios se mantienen así por cuarto mes consecutivo por encima del umbral del 2%, lejos de las tasas negativas registradas durante la mayor parte de 2020 cuando los efectos de la pandemia lastraron la actividad económica. Uno de los factores que más ha contribuido a esta escalada de precios en julio ha sido el encarecimiento de los servicios de alojamiento, que el pasado año bajaron, lo que ha situado la tasa de los hoteles, cafés y restaurantes en el 1,1%, un punto y medio por encima de la de junio. Además, los alimentos se han encarecido un 1,7%, seis décimas más que en junio, impulsados por las fuertes subidas de los aceites (20,4%) y el pescado (4,2%), que el año pasado bajaron.
A esto se añade que las comunicaciones se abarataron un punto y medio menos que en junio, un 3%, debido a que los precios de telefonía y fax se mantuvieron estables cuando el año pasado bajaron. En sentido contrario, la bajada del IVA de la electricidad redujo el precio de la luz, lo que moderó el encarecimiento del grupo de vivienda al 9,4%, un punto y medio menos que en junio, contribuyendo a contener el IPC general. Al mismo tiempo, los carburantes y lubricantes para el transporte personal subieron menos que en 2020 (un 17,4%), lo que dejó la tasa del transporte en el 8,5%, cuatro décimas por debajo de la de junio a pesar del encarecimiento del transporte aéreo de pasajeros.
En julio, la inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de la energía ni de los alimentos no elaborados por ser los más volátiles- se situó en el 0,6%, cuatro décimas por encima de la de junio y 2,3 puntos por debajo del IPC general. Por comunidades autónomas, los mayores incrementos de precios se registraron en Castilla-La Mancha (3,6%, dos décimas más), Castilla y León (3,5%, dos décimas más) y Galicia (3,5%, dos décimas más), aunque fue Madrid la que experimentó una mayor aceleración de la inflación (de cinco décimas, hasta el 2,6%).
En términos mensuales, los precios bajaron un 0,8% en julio con respecto a junio debido al abaratamiento del vestido y el calzado (un 12,4%) por las rebajas y al descenso de los precios de la electricidad (un 5%), que situaron en terreno negativo el grupo de vivienda. En sentido contrario presionaron el grupo de transporte ante la subida de los carburantes (un 1,9%) y los hoteles, cafés y restaurantes, a consecuencia del encarecimiento de los servicios de alojamiento (un 6,9%).
En cuanto al índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- se situó en el 2,9% anual en julio, cuatro décimas por encima de la de junio, con un descenso del 1,2 % en términos mensuales.
Precios. Los precios se mantienen por cuarto mes consecutivo por encima del umbral del 2%. En julio registró una subida anual del 2,9%, dos décimas superior a la de junio (2,7%) y mayo (2,7%).
Alojamientos. El encarecimiento de los servicios de alojamiento ha situado la tasa de los hoteles, cafés y restaurantes en el 1,1%, un punto y medio por encima de la de junio.
Alimentación. Los alimentos se han encarecido un 1,7%, seis décimas más que en junio.