- Casi año y medio después de la declaración del primer estado de alarma, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) alcanzaron su cifra más baja en Euskadi en junio: 12.700, un 90,8 % menos que en el peor momento de la pandemia, en mayo del año pasado, cuando se contabilizaban 139.111 personas en ERTE. A partir de ese momento y coincidiendo con las diferentes fases de la desescalada y la reactivación económica, el número de afectados ha ido bajando. Las caídas más relevantes se produjeron durante los meses de junio (-31,4 %) y julio (-47,2 %) de 2020, momento en el que las personas en ERTE bajaron a 50.272. A partir de ese momento, el ritmo de la reducción se ralentizó e, incluso, en noviembre registró una importante subida del 47,5 % respecto al mes precedente.
Este año, la evolución de los ERTE ha sido desigual, coincidiendo con las diferentes olas de la pandemia. Si entre enero y febrero, el número de personas acogidas a esta medida ascendieron ligeramente hasta los 38.783 expedientes, en marzo y abril volvieron a sufrir importantes caídas hasta quedarse en los 17.180. En mayo se vivió un nuevo repunte, sin embargo, ya en junio el número de expedientes bajó hasta su cifra más baja en toda la pandemia: 12.700.
Es más, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, adelantó hace unos días que el ritmo de activación de los trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo se ha acelerado en julio, bajando a 360.000 a nivel estatal a mediados de mes, muy lejos de los 3,6 millones que estaban acogidos a esta medida en mayo de 2020 y un 55 % menos que hace dos meses. “La incorporación a la actividad de trabajadores en ERTE se ha intensificado en las últimas dos semanas”, destacó Escrivá, quien apuntó que casi 90.000 personas han salido del ERTE en la primera quincena de julio.
En ese sentido, el ministro consideró que la quinta ola no se está notando en el mercado laboral como ha ocurrido con las anteriores. “No hay ningún comportamiento que nos indique que el dinamismo se haya truncado. No hay señales de que se haya producido una vuelta atrás en términos agregados. Lo que estamos viendo es que esta ola está siendo más compatible que las anteriores con el mantenimiento de la actividad económica y turística”, subrayó.
Quienes continúan hoy en día en ERTE pertenecen, principalmente, a sectores como la hostelería, agencias de viaje, transporte, sobre todo aéreo, y actividades recreativas y de ocio nocturno, todavía afectados por las restricciones impuestas para hacer frente a la pandemia. Y, a pesar del avance en la vacunación, los datos de contagios están imposibilitando la vuelta total a la normalidad, por lo que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, da por segura al menos una prórroga más de los ERTE, una vez finalizada esta última, el 31 de septiembre.
“Ojalá pueda decir que no es necesario, pero si es necesario se desplegará y ojalá pueda comparecer para decir que es la última”, apuntó recientemente Díaz. Además, la ministra recordó que en la futura reforma del mercado laboral se va a implantar un mecanismo que actuará de manera similar al actual para evitar despidos en las empresas. Se trata de una especie de ERTE estructural, no temporal como los utilizados en la pandemia, y la idea es que las empresas y entidades de cualquier sector, en lugar de recurrir a despidos, puedan reducir la jornada de sus trabajadores cuando vean impedida o limitada la actividad “por razones de carácter imprevisible, ajenas a la voluntad empresarial, cualquiera que sea su causa”.
Los datos del paro también invitan al optimismo, ya que, en el segundo trimestre del año, el desempleo ha bajado al 10,3 %, 0,8 puntos menos que en los tres primeros meses de 2021. Según la Encuesta de Población en Relación con la Actividad (PRA) de Eustat, el número de desempleados se redujo en 7.100 personas hasta quedar en 108.600, mientras que la ocupación creció en más de 15.000 personas respecto a los tres meses anteriores. El Gobierno Vasco calcula que Euskadi cerrará 2021 con una tasa de paro del 10,3 % y que la reducirá al 9,6 % en 2022. La media del desempleo en 2020 fue del 10,5 %, en 2019, del 9,8 %, y en 2018, del 10,5 %.
Menos optimista es el Consejo de Relaciones Laborales. “Un año después de la declaración del primer estado de alarma, los datos muestran que aunque la recuperación de la economía avanza mes a mes, todavía nos encontramos alejados de los niveles de actividad previos a la pandemia”, apuntan. “La producción industrial en la CAPV en el período enero-marzo de 2021 descendió menos de un uno por ciento (-0,9 %) respecto del mismo período de 2020, aunque si la comparamos con el primer trimestre de 2019, la caída sería muy superior (-6,5 %). El número de contratos suscritos hasta abril aumentó un 1,8% respecto del mismo período del año anterior, pero es todavía un -21 % inferior a los que se suscribieron en los cuatro primeros meses de 2019”, señalan como ejemplo. En el primer trimestre de 2020, justo antes de que estallase la pandemia, el número de personas paradas en Euskadi era de 104.400 y la tasa se situaba en el 9,9 %.