La aceleración en el acceso global a las vacunas contra la covid-19 y la necesidad de un impuesto "temporal" solidario a las rentas más altas fueron dos de los principales llamamientos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el arranque de su Asamblea de Primavera.
"Hay que aumentar la producción y distribución de las vacunas y dejar de lado los controles a las exportaciones. También significa financiar completamente la herramienta COVAX (para la distribución equitativa de vacunas) y asegurar que las vacunas sobrantes son transferidas a los países pobres", afirmó este miércoles Kristalina Georgieva, directora del Fondo, en rueda de prensa.
En este sentido, Georgieva destacó que "la política de vacunación es una política económica", a la vez que expresó la "urgencia" para que "las vacunas lleguen a todos en todos los sitios".
DIFERENTES RITMOS
Si en Estados Unidos (EE.UU.) se prevé que el 90% de la población esté vacunada para el verano, y el Europa ocurra lo mismo para otoño, en regiones como América Latina se deberán esperar a 2022 para alcanzar un grado de protección similar contra el coronavirus al ritmo actual de inoculación.
"El principal arma que tenemos para revitalizar el crecimiento son las vacunas", insistió Gita Gopinath, economista jefe del Fondo, en uno de los paneles de la asamblea que se celebra de nuevo de manera virtual esta semana junto con el Banco Mundial.
El Fondo presentó esta semana el informe de "Perspectivas Económicas Globales", coordinado por Gopinath, donde elevó las previsiones de crecimiento económico global al 6%, frente al 5, % anticipado tres meses atrás, impulsado por el repunte de China y EE.UU..
No obstante, el informe alertó especialmente sobre "la recuperación a varias velocidades" y la "peligrosa divergencia" de las fortunas económicas, con los avanzados a la cabeza.