Tal y como estaba previsto, la dirección de Tubacex ha trasladado hoy al comité los detalles finales del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) previsto para las plantas alavesas, después de que concluyerá sin acuerdo el periodo de negociación. Finalmente, el ERE se concretará en 95 despidos, 22 bajas incentivadas y 12 prejubilaciones, según ha informado la propia compañía en un comunicado. Inicialmente, el fabricante alavés de tubos había puesto sobre la mesa un ERE que afectaba a 150 trabajadores, 115 de TTI (en sus plantas de Llodio y Amurrio) y a 35 empleados de la fábrica de Aceralava en Amurrio.

La empresa ha insistido otra vez en el contexto que le ha llevado a tomar esta decisión, que ya anunció en julio pasado cuando comunicó la "necesidad de reducir globalmente un 20% el coste de personal, equivalente a 500 puestos de trabajo" en todo el grupo: "La larga crisis del sector del petróleo y gas, así como el proceso global de descarbonización e impulso de las energías limpias que ha sido acelerado por la pandemia, han motivado el despliegue de una serie de medidas de reorganización industrial y ahorro de costes a nivel de todo el grupo".

De este modo, Tubacex recuerda que el impacto en las plantas alavesas del ajuste anunciado en julio "se traducía en una reducción de 150 empleos, pero en aquel momento se presentó una propuesta a los representantes de los trabajadores basada en soluciones no traumáticas que permitieran reducir el coste laboral en 10 millones de euros y salvaguardar todos los puestos de trabajo".

"Lamentablemente, durante el período de consultas de este ERE tampoco ha sido posible lograr ningún acuerdo, a pesar de que la empresa ha tratado de reducir el número de despidos presentando medidas alternativas tales como prejubilaciones, bajas incentivadas o un plan de recolocaciones mejorado. Asimismo, ha ofrecido de nuevo a la representación sindical la posibilidad de realizar ajustes en las condiciones laborales como alternativa para minimizar los despidos", asegura la empresa en su nota.