- Tras cuatro años y medio, el brexit consume sus últimos días. El Reino Unido saldrá de la Unión Europea el próximo 31 de diciembre y ambas partes se han marcado mañana domingo como fecha tope para alcanzar un acuerdo que facilite el nuevo escenario comercial que se abre en el viejo continente. Las posturas están muy alejadas en cuestiones como la competencia entre las empresas británicas y europeas que están implantadas en las islas -Bruselas quiere evitar que las compañías locales disfruten de ayudas de estado que no reciben las de la UE- y la pesca. Todo está en el aire y en estos momentos el acuerdo parece muy lejano.

En ese contexto, las empresas vascas aguardan con gran expectación el desarrollo de las negociaciones. Lo hacen casi todas con el trasfondo de varios años de preparación y, en cierta medida, con los deberes hechos. En el peor de los casos, si Bruselas y Londres no pactan un marco comercial, los exportadores vascos tendrán que asumir el pago de aranceles por vender su producción en Reino Unido.

Ese extremo afectaría básicamente a la industria vasca de la automoción y en concreto a las dos compañías que producen autómoviles completos: Irizar y Mercedes Benz.

Los vehículos de menos de diez pasajeros, las furgonetas Vito y Clase V que se fabrican en Gasteiz, pagarían un arancel del 10%. Los autobuses de la compañía con sede en Ormaiztegi, por su parte, se verían penalizados con un 16%.

Los fabricantes de componentes de automoción de Euskadi, básicamente ubicados en Bizkaia, se enfrentarían por su parte a las limitaciones que sufrirían las marcas que operan en Reino Unido en estos momentos. Un porcentaje muy importante de su producción tiene como destino Europa y, si su mercado se resiente, lo más probable es que reduzcan su pedidos a proveedores.

A la espera de que se resuelva o no la ecuación, Pablo Fano, el director de la oficina de la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, Spri, en Londres explica estas claves en una entrevista que este diario publicará en su edición de mañana domingo.

En general, la mayoría de los exportadores vascos no se verían especialmente afectados por los aranceles, que afectarán a partir del próximo 1 de enero a todos los países que no tengan acuerdo comercial con Reino Unido. Londres considera que se trata de un esquema arancelario business friendly -asegura que el 65% de los productos no está penalizado-, pero en el caso de Euskadi, junto al sector automotriz, también hay un fuerte impacto en el ámbito alimentario.

Y en concreto en la actividad conservera de pescado: un 20% en el caso del atún y un 25% en el de la anchoa. El director de Spri en Londres explica que una empresa del gremio de Bermeo se puso en contacto hace unas semanas con la oficina y al comprobar los aranceles se llevaron "una sorpresa". Aunque el peso de este sector en el PIB "no es muy grande", Fano subraya que "para la economía de Bermeo es un tema muy importante".

De modo que los efectos de un no acuerdo se notarán en función de la actividad de cada empresa y en algunos casos de la exposición de las economías locales a una actividad.

Más allá de productos concretos, Reino Unido es el cuarto destino de las exportaciones vascas este año, con 966,8 millones de euros acumulados hasta septiembre. Estados Unidos ha superado al mercado británico precisamente por la incertidumbre que genera en las empresas el brexit.

En el ranking de exportaciones de Euskadi en lo que va de año, la principal partida arancelaria es precisamente la de turismos de menos de 10 pasajeros, las furgonetas que salen de la fábrica de Mercedes en la capital alavesa. Y el sector de automoción en general copa seis de los diez principales productos. En el caso concreto de Reino Unido, el sector de automoción representa cerca de un tercio de la actividad comercial vasca. O lo que es lo mismo, están en juego cerca de 300 millones. Ahí está puesta para Euskadi la alarma si se llega a un escenario sin un pacto comercial que garantice la fluidez de las transacciones. La incertidumbre es muy grande y el tiempo de negociación se agota. Varios países europeos reconocieron ayer que es difícil alcanzar un acuerdo, pero no lo descartaron.

El partido llega a su fin y la pelota parece más en el tejado de la política que de la economía. Mientras tanto, las empresas a ambos lados del Canal de La Mancha aguardan expectantes el resultado de las negociaciones que mañana dibujarán un nuevo orden comercial en Europa.

966,8

Euskadi ha exportado a Gran Bretaña hasta septiembre productos por valor de casi 967 millones de euros. Es el cuarto destino de las empresas vasca este año, solo superado por Alemania, Francia y Estados Unidos.

320

Un tercio de las exportaciones vascas a Reino Unido están relacionadas con el sector de la automoción. Si se llega a un brexit sin acuerdo comercial, los aranceles más elevados gravarían en el caso de Euskadi los vehículos que se fabrican en Mercedes Benz Gasteiz y los autobuses de Irizar.

20%

El sector alimentario también se vería afectado. Sobre todo las conservas de pescado que en el caso del atún tendrían un gravamen del 20%, mientras que la anchoa tendría un 25%.

"Si la automoción británica pierde mercado en la UE, sus clientes vascos perderán pedidos"

Delegado de Spri en Reino Unido