- Los efectos de la pandemia de coronavirus en la economía están aumentando las tasas de absentismo laboral en Euskadi, según las organizaciones empresariales vascas, a niveles que afectan a la competitividad de las compañías. Hasta el punto el tema es importante que en el periodo marzo-agosto las bajas laborales han subido a 137.000, más del doble que en el pasado año. Además, la caída de la demanda producida por el covid 19 está obligando a importantes compañías a adoptar medidas de recorte de gastos que han incrementado, a la vuelta del verano, la conflictividad laboral en el País Vasco.

Obviamente, en una crisis sanitaria los datos de absentismo laboral por enfermedad aumentan pero fuentes empresariales de Cebek consideran que, especialmente en Bizkaia pero también en todo el País Vasco, las cifras son excesivas y sin parangón en el Estado español.

Según recuerdan en Cebek, con datos de Mutualia, entre marzo y agosto, “las bajas laborales han aumentado muchísimo. De hecho son el doble que el pasado año en las mismas fechas”.

En concreto, fuentes empresariales, resaltan que las bajas laborales suman hasta el final de agosto, 137.000, de las que 47.000 son normales pero hay otras 88.000 que se deben a la incidencia del covid 19. El problema es que de ese número de bajas, por dar positivo como portadores del virus son 18.000 y hay otras 68.000 bajas por contactos directos.

La pandemia ha disparado un nivel de absentismo laboral ya históricamente “muy elevado en el País Vasco”, afirman desde las organizaciones empresariales. “Es verdad que es un tema muy complejo, con muchas caras y que hay que abordar desde una visión multidisciplinar. Obviamente si alguien no está bien de salud y el médico lo ve así, no hay nada que decir pero los números muestran que las bajas en el País Vasco y, sobre todo, en Bizkaia, son las más altas del Estado”, recuerda Fran Azpiazu, de Cebek.

En la última encuesta de Cebek antes de la pandemia ya había un 59% de las empresas que señalaban que este tema era “importante” y mostraban su “preocupación” por ello. Un absentismo elevado lastra la competitividad de las empresas porque supone un coste económico adicional, más allá de los problemas organizativos que, además, puede ocasionar a la empresa en cuestión.

Fuentes sindicales vascas indican que es normal que la bajas laborales sean mayores en los países desarrollados, caso de Euskadi, que cuentan con una cobertura social importante y con un peso importante de los sindicatos en la negociación colectiva. Esto último facilita que se incluyan en los convenios permisos que permiten no acudir al trabajo en determinadas circunstancias.

En todo caso la realidad es que en los años más duros de la crisis anterior la tasa de absentismo se redujo, “por temor a perder el puesto de trabajo”, reconocen los sindicatos, y con la mejoría económica el absentismo laboral había vuelto a elevarse.

El año pasado cada trabajador, según datos del Ministerio de Trabajo, se ausentó de media 17,4 días de su puesto de trabajo tras crecer casi siete días desde el inicio de la recuperación, con Bizkaia a la cabeza del Estado, con 18,34 días. Datos de Randstad resaltaban que en el pasado año la tasa de absentismo laboral en Euskadi era del 7,1% frente al 5,2% de la media española. Por ello, en Cebek defienden que se tome consciencia plena de este problema y apelan a los sindicatos a ayudar a atajar la figura del “absentista profesional” que hay en casi todas las organizaciones y para el que no existe “reproche social”.

Y si el absentismo ha subido con la pandemia también lo está haciendo la conflictividad laboral en el País Vasco. A los paros por protestas puntuales por exceso de carga de trabajo, por accidentes laborales o por supuestos incumplimientos del convenio colectivo, en firmas como DIA, Productos Tubulares o la estiba del Puerto de Bilbao, por ejemplo, se le han sumado los derivados de los conflictos laborales por los ajustes puestos en marcha para intentar paliar la caída de ventas. Más allá de los ERTE, hay empresas que han puesto encima de la mesa recortes de plantilla -Tubacex, ITP Aero, Aernnova, Gestamp, etc.-, lo que ha llevado a los sindicatos ha convocar varios paros.