- De banda sonora Betagarri, acompañada de sonoras caceroladas, pitidos y algún que otro petardo. Así fue como partió de Amurrio -pasadas las tres de la tarde de ayer- la marcha convocada por el comité intercentros de las plantas ayalesas de la empresa Tubacex, bajo el lema "Enpleaguaren defentsan. En defensa del empleo. Aiaraldea". Éste podía leerse en la pancarta que iba en cabeza, sujeta por cuatro representantes sindicales, tras los que se fueron organizando -en filas de cuatro columnas, en un intento de mantener las distancias de seguridad por la pandemia- los cientos de trabajadores y vecinos de toda la comarca que se sumaron a las movilizaciones.

Una auténtica marea amarilla (el color de la parte superior de la ropa de trabajo de la empresa) que, en su punto de partida, cubría toda la distancia que separa la plaza Juan Urrutia de Amurrio de su teatro municipal y que llevó a los sindicatos a vaticinar el éxito de una convocatoria, que no culminaría hasta bien pasadas las siete de la tarde y ya en Llodio, con una masiva manifestación comarcal en defensa de los puestos de trabajo en Aiaraldea (una de las comarcas alavesas más castigadas por el desempleo), que desembocó en una abarrotada Herriko Plaza, al filo de las ocho de la tarde.

"No tenemos más que palabras de agradecimiento por todos los apoyos recibidos durante estos días. Pensionistas, comerciantes, ayuntamientos de la comarca, partidos políticos, empresas del entorno, estudiantes, en definitiva, toda la ciudadanía que integramos la comarca, que ha vuelto a demostrar su compromiso en defensa del empleo. Estamos ante un día histórico para Aiaraldea, todo esto ha superado nuestras previsiones, hoy Laudio se ha quedado pequeño", explicaron los representantes sindicales por megafonía, en el final de la manifestación.

De hecho, ya antes de la partida de la marcha de las tres de la tarde en Amurrio, pudieron verse representantes políticos de muy diversas siglas -desde PNV y EH Bildu, a PP-, así como miembros de variopintas asociaciones culturales, deportivas y sociales de todo el Valle de Ayala, o trabajadores afiliados al sindicato LAB del propio Ayuntamiento de Amurrio, por nombrar alguno. La tónica fue muy similar a lo largo de los 13 kilómetros que se recorrieron a pie, por carretera, con parada en la localidad ayalesa de Luiaondo, donde había previsto un avituallamiento para los caminantes.

"Este ejercicio de empoderamiento colectivo muestra que la gente ha entendido cual es el verdadero problema al que nos enfrentamos. Esta vez nos ha tocado a la plantilla de Tubacex. Tenemos que ser conscientes de que, en los tiempos que corren, en cualquier momento va a ser cualquier otra empresa del entorno la que tendrá sobre sus espaldas noticias como las que nos traslada la dirección de Tubacex", señaló Eduardo Ibernia, del sindicato ELA, en referencia a las tensas negociaciones que están manteniendo para evitar el recorte de 150 puestos de trabajo en las plantas de Amurrio y Llodio.

Para la representación sindical, el planteamiento de la empresa de ahorrar 10 millones de euros mediante despidos y recortes salariales, no está justificado ya que entienden que es una situación coyuntural y que la información facilitada por la empresa es insuficiente por lo que exigen justificaciones claras y transparentes que hasta ahora no han obtenido. Además exigen el cumplimiento del convenio vigente y que de ejecutarse dichas medidas, nadie asegura que no vuelvan a exigir más recortes en despidos, salarios y derechos.

"Son insaciables, el capital es lo único que les importa, olvidándose por completo de cómo puede afectar todo esto en muchas familias. Hablamos en esta ocasión de Tubacex, una empresa nacida en la comarca hace 60 años. Con el esfuerzo de las plantillas que han ido pasando por la misma se ha posibilitado crecer y convertirse en una multinacional y, como pasa en otros casos similares, en este tipo de transformación se deja por el camino el arraigo a la zona, pero nosotros no podemos dejar caer en saco roto el origen de esta empresa", espetaron en la Herriko Plaza de Llodio, en su lucha por un Tubacex con pasado, presente y futuro en Aiaraldea que sea, junto con otras empresas del entorno, motor de la economía de la zona y que posibiliten dar empleo, "tanto directo como indirecto, porque no podemos olvidarnos de las más de 50 subcontratas que dan servicio a Tubacex, de las que nadie habla, pero que ya están sufriendo las consecuencias", subrayaron portavoces de la marcha.

Asimismo, explicaron que como plantilla y Comité no están dispuestos a que se pisoteen y echen por tierra logros sociales obtenidos durante años. "Queremos que se nos trate con respeto, más aún cuando estamos hablando de una empresa con millones de beneficios durante los últimos años, con una solvencia demostrada en números de caja y niveles de deuda y que, ante una crisis temporal, quiere rascarnos nuestros derechos para engordar sus bolsillos", apostillaron; no sin antes reiterar que este problema va más allá de Tubacex y que son el tejido industrial y el futuro de la comarca los que están en juego.

"La foto de esta manifestación requiere que el mensaje trascienda más allá del ámbito municipal, porque la respuesta a nuestro llamamiento ha sido de todo Aiaraldea. Es el momento de que las instituciones provinciales y autonómicas asuman su responsabilidad y actúen en consecuencia. No vamos a permitir que esta comarca se muera. Contamos con vuestro apoyo en futuras movilizaciones y también nos ofrecemos para estar al lado de cualquier otra problemática laboral que pueda surgir", sentenciaron en la intervención final de la protesta.